Arte Sacro
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Cincuenta años esperando el Vacie el cambio de su nombre, Araceli


 Arte Sacro. En este año del 2015 se cumplen cincuenta años de las misiones populares celebradas en el año 1965.

Fue el  28 de enero de 1965 , cuando la Franciscana Hermandad de la Virgen de Araceli vivió una de las jornadas más importantes de su historia.
 
Aparte de las hermandes de penitencias y algunas hermandades de gloria, las cuales partieron hacia los rincones más apartados de la ciudad, donde se instalaron centros de oraciones. Centros que tuvieron una alta participación, todo ellos promovido por el cardenal Bueno Monreal.

Esta Franciscana Hermandad le tocó uno de los centros más alejado de la Parroquia de San Andrés, concretamente la barriada del Vacie, en la zona norte de Sevilla.

La amantísima titular estuvo desde el 28 de enero hasta la clausura de las santas misiones el día 14 de febrero en el citado barrio, ya que como todo el mundo sabemos es un asentamiento de chabolas situado en la afueras de la ciudad cercano al Cementerio de San Fernando, siendo el mas antiguo de Europa.
 

Cercano al asentamiento había en los años 60 un antiguo almacén donde allí se dispuso la Santa Misión presidida por la Madre de Araceli como podéis ver en las citadas fotografías que adjuntamos.

En el discurrir de los traslados, la Madre de Araceli fue acompañada por gran cantidad de hermanos y devotos que iban alrededor de las andas, observamos que abría la comitiva el primitivo simpecado pintado de la Hermandad, restaurado últimamente por Jose Cornelio Zambrano Díaz actual hermano mayor de esta Franciscana Hermandad y expuesto actualmente en la sala de cabildos de la Casa Museo de la Hermandad Matriz de Lucena; 
 

Asimismo, la Santísima Virgen iba iluminada por los faroles de mano, los cuales son los antiguos de la Hermandad Sacramental de San Andrés, actualmente fusionada con la Hermandad de Santa Marta, hermandad con la que comparten sede canónica.

En la delantera de la comitiva había un paso pequeño llevado por unas niñas de la hermandad ya que también con esa pequeña imagen  de la Virgen María querían que en aquel lugar tan alejado María estuviera presente entre los mas pequeños de la barriada.
 

Tanta devoción suscitó la Virgen en aquel lugar que en ningún momento le falto las oraciones y plegarias de las personas que transitaban, ya que algunas le llevaban flores de las huertas que había en los alrededores, implorando su misericordia y su protección.

Recuerdan los más mayores del lugar que nunca la Virgen se encontraba sola, siempre tenía devotos y le rezaban mucho.

El día que regresó la Virgen a la Parroquia de San Andrés, numeroso vecinos se despidieron de Ella.
 

Muchas lágrimas recorrieron las mejillas, porque ellos le daban lo que podían, alguna"florecillas" del campo, sus oraciones de cada mañana y de la tarde; Para ellos, nos comentaban hace poco, que la Madre fue durante esos días su faro y su guía, una estrella que siempre iluminaba por las noches y que ellos por las mañanas lo que hacían era reencontrarse con Ella.
 
Tanta devoción dejó la Madre en aquel entorno de la ciudad, que todos los vecinos pidieron al Ayuntamiento Hispalense que cambiaran el nombre de la barriada por el de  "Barriada de Nuestra Señora de Araceli"; cincuenta años han pasado y siguen esperando...
 

Ese nombre que tanto aguarda los mayores quieren que se haga realidad... pero los años pasan y la edad avanza..., y muchos de ellos dicen que no verán ese sueño que tanto pidieron, porque de ese lugar pocas personas se acuerdan; pero ellos tienen esa ilusión, ya que siguen recordando los momentos tan bellos y cercanos que tuvieron con la que fue su Madre Dulce y Buena durante esos días, hace cincuenta años;
 
Su Madre de Araceli, la que siempre les ayuda cada día.
 
 
 
 
 









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