El Vía Crucis de la Pía Unión recordó a tiempos pretéritos

Arte Sacro. Ayer, viernes día 6, primer viernes de marzo, tuvo lugar el Vía Crucis de la Pía Unión , siguiendo una antigua tradición que rememora aquellos Vía Crucis iniciales hasta la Cruz del Campo.

Comenzó a las 19 horas con la santa misa en la Capilla de la Flagelación de la Casa de Pilatos, ante la reliquia del Santo Lignum Crucis.

Al ofertorio se protestó la fe y tomaron juramento los nuevos consiliarios, miembros natos de esta asociación y los fieles que han sido admitidos como hermanos. Presidió la eucaristía el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, estando presentes igualmente Marcelino Manzano, delegado de hermandades y Juan José Sauco, párroco de San Bartolomé.

 

 

A continuación, santo ejercicio del Vía Crucis, discurriendo por las galerías bajas del patio central de la Casa de Pilatos, con el siguiente orden procesional:

Cruz de las Toallas, de la Hermandad de los Negritos.

Estandarte del Santo Cristo de San Agustín, de la Hermandad de San Roque.

Estandarte de San Juan de Ribera, de la Hermandad de San Esteban.

Estandarte de la Pía Unión.

 

Relicario con el Santo Lignum Crucis, acompañado de los Hermanos Mayores con faroles.

Leyó las estaciones del Vía Crucis, Juan José Morillas. Las cruces que sirvieron para indicar las estaciones fueron cedidas por la hermandad de San Esteban.

Este año, el cortejo se introdujo en la iglesia de San Esteban, rezándose allí dos estaciones, una delante de la capilla donde el Señor de la Salud y Buen Viaje estaba en devoto besapíes y la otra delante de la Virgen de la Luz.

 

Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo de Sevilla, fue el encargado de porta el Santo Lignum Crucis, bajo palio. Intervino en estos cultos la Coral San Felipe Neri.

 

Fotos: Juan Alberto García Acevedo.