Tu Nombre. “De entre todos los nombres, Tú el más Dulce tienes…”. María del Amor Rasero Zárraga

Permíteme, Madre, que te hable. Deja que lo haga, de mujer a mujer, como en esos días que tu reja nos separa y me invitas a arrodillarme a tus pies.  Permíteme, que pronuncie tu Nombre, para que todos se giren y te alaben.

Tu Nombre, fruto del amor del hombre. Bienaventurado, seno de la divina semilla; Inmaculado, repleto de la dicha y de la palabra de Dios. Nombre eterno que nos enamora día tras día, por tu inigualable hermosura, dulcísima Madre mía.

Bella rosa celestial, todo cuanto soy y tengo te pertenece. No te pido nada, sólo estar a tu lado, y brindarte el amor, de mi corazón enamorado. Que este mes lleva tu Nombre, y tu Nombre es tan puro, como la devoción que te tiene, mujer ¡todo el barrio tuyo!

Tu Nombre, chiquillería que juega en la Plaza de San Lorenzo. Susurro de una mujer, que pide sentada para alimentar a los suyos. Oraciones de hermanos, de devotos, que se derrumban al ver tu bello rostro; y que también, sonríen, cuando van a agradecerte que les hayas ayudado.

Nombre que pone luz al Martes Santo, que perfuma todo cuanto hay a tu paso. Nombre de tus nazarenos blancos, que alumbran tu camino sin pedir nada a cambio. Nombre de mis mayores, que te rezan con fervor el rosario. Nombre de los que ya no están, y duermen bajo tu manto.

“Nombre de mar amargo…pero a la vez Dulce Nombre”.

Su nombre,  mi nombre…tu Nombre: el nuestro. De entre todos los nombres, el más Dulce: Tú, eterna Virgen María ¡Por siempre, Nuestro Dulce Nombre!

Foto: Alberto García Acevedo