RUIDO DE VARAS. José Cretario. ABC Sevilla
Es cierto. Existe inquietud en el mundo de la Semana Santa por ver cómo termina el debate del estirón. Inquietud y unas gotas de malestar ya que no es plato de buen gusto tener que resolver un problema generado por otros. Los hermanos mayores mueven sus varas, hacen de momento un ruido sordo, amortiguado por la cantonera de goma de las doradas insignias. Algunos más que otros. Los de algunos días con más fuerza que los de otros. Quieren saber.
El Consejo puede que en estos momentos esté superado por la rapidez con la que hoy en día se fermenta todo tipo de debate, pero tiene marcada una especie de hoja de ruta para ir paso por paso en este que es uno de los procesos más delicados de la Semana Santa contemporánea. En la hoja figura primero un sondeo -en ello están- para saber si se quiere o no se quiere; y después, en función de ese sondeo, lo que se plantea es buscar el consenso.
En los encuentros informales que el presidente y los delegados de día han empezado a mantener con los hermanos mayores, se pretende trasladar la idea de que esto es un problema que se tendría que resolver (atención al uso del verbo en potencial: «tendría») para que no lo resuelvan otros; pero sobre todo intentan conocer cuáles son los estados de opinión. Ya tienen algunos datos y mañana, cuando se reúnan con su delegado los hermanos mayores del Miércoles, tendrán más. Sin temor a errar se puede afirmar que la cosa está solamente regular, por no decir mal. No existe una opinión general favorable a la ampliación. Unos esgrimen la estética, otros el concepto, otros la logística, pero también se aprecia un grado medio de resignación al entenderse la irreversibilidad de un proceso que es mejor tener controlado. En el debate hay muchos matices como puede ser el de la opinión contraria a que se sirva café para todos, mejor tacita a tacita, o el de evitar que una nueva cofradía provoque desequilibrios en la jornada receptora.
Las dudas y las incertidumbres son las que mueven las varas doradas que casi al unísono, están provocando en estas semanas el ruido al que nos tendremos que acostumbrar hasta que esto, bien o mal, se resuelva.
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