Provincia. La hermandad de Pasión de Dos Hermanas tuvo que volverse nada más empezar su estación de penitencia

Luis M. Fernández. El Martes Santo fue un día muy triste en Dos Hermanas. Tras casi dos horas de espera ante la incertidumbre meteorológica y manejando unos partes mas halagüeños, la hermandad de Pasión decidió poner a Nuestro Padre Jesús de la Pasión y a Nuestra Madre y Señora del Amparo en la calle. El Señor estrenaba un juego de potencias en plata de ley donado por un grupo de hermanos y realizado por los hermanos Delgado y el Cirineo nuevos ropajes preparados en el taller de costura de la hermandad. Acompañaban musicalmente la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella y la Banda de Música de Santa Ana, ambas nazarenas.

Cuando el paso de palio llevaba recorrido pocos metros y la Cruz de Guía se acercaba al cruce de la Nacional IV, un fuerte aguacero provocó que la hermandad tuviera que volverse. Es de destacar el comportamiento ejemplar del cuerpo de nazarenos, muchos de ellos niños, en especial de los primeros tramos, que tuvieron que aguantar más tiempo el agua y que no se descompuso en ningún momento y lo mismo puede decirse del acólitos y músicos, que llegaron muy mojados. Impresionante el barrio de las Portadas, que no dejó solas a sus imágenes, arropando y animando constantemente a la cofradía.

Les ofrecemos algunas imágenes del paso de la Virgen, nada más entrar de nuevo en la parroquia. Queremos agradecer a los auxiliares y dirigentes de la hermandad que nos dejaron tomarlas, a pesar de los duros momentos que se vivían. También, del regreso del Señor, llevado primorosamente por sus costaleros, en una impresionante chicotá, en la que en ningún momento descompusieron el paso.

Fotos: Luis M. Fernández.