Provincia. Aznalcóllar nombró Alcaldesa Honoraria y Perpetua a su Patrona, Nuestra Señora de Fuente Clara

Manuel Pinto Montero. La llegada del mes de septiembre se vive de manera especial en la localidad de Aznalcóllar que se rinde ante su venerada Patrona, Nuestra Señora de Fuente Clara, pero este año las Fiestas Patronales tendrían un carácter extraordinario ya que la Santísima Virgen fue proclamada Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Villa de Aznalcóllar durante la Solemne Función celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de Consolación la tarde del pasado lunes 5 de septiembre.

Desde el pasado mes de abril se venía trabajando para que este sueño de los hermanos de la Hermandad Sacramental fuese una realidad. El jueves 28 de julio tuvo lugar una reunión en sesión plenaria y extraordinaria de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Aznalcóllar en la cual se aprobó el nombramiento como Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Patrona de la Villa a Nuestra Señora de Fuente Clara. El pasado lunes 5 de septiembre tuvo lugar la proclamación como Alcaldesa Honoraria y Perpetua durante la Función Solemne que cada año celebra la Hermandad con motivo de las Fiestas Patronales en el Templo Parroquial.

El alcalde entregó a la Patrona el Bastón de Mando de la Villa de Aznalcóllar mientras en el cielo de la localidad estallaban los cohetes. Nuestra Señora de Fuente Clara presidía el acto en el presbiterio del Templo entronizada en su paso de palio. Se cumplía de este modo el anhelo de los hermanos y devotos de la Virgen de Fuente Clara.

Una vez finalizó la Eucaristía y se rezó el Himno a la Patrona se inició la gloriosa procesión por las calles de la localidad acompañada de las Hermandades de Aznalcóllar, así como numerosas mujeres de mantilla. Tras bajar del presbiterio la Virgen de Fuente Clara volvió su mirada hacia la Hermandad de la Soledad y de la Vera Cruz antes de abandonar el Templo de Consolación cuando ya la luna se asomaba para contemplar el paso de la Patrona y Alcaldesa.

Nuestra Señora de Fuente Clara, obra de José Rivera García, bendecida el 8 de diciembre de 1940, procesiona en paso de plata y bajo palio con caídas de brocado. El paso estuvo exornado con rosas, nardos y gladiolos que perfumaron las calles de la Villa al paso de la Santísima Virgen. Para esta ocasión la Virgen de Fuente Clara lució saya blanca bordada y manto verde bordado en 1916 y que ha sido recientemente restaurado. En su mano izquierda sostiene al divino Infante que luce túnica blanca, mientras que en su mano derecha porta cetro de plata. Sobre sus sienes luce corona de plata, al igual que el Santísimo Niño, y a sus plantas media luna del mismo metal. Dos ángeles sobre la peana de plata portan el Bastón de Mando que la nombra Alcaldesa Honoraria y Perpetua de la Villa de Aznalcóllar. 

Pasadas las nueve de la noche la Patrona aznalcollera abandonaba el Templo siendo recibida con una sentida plegaria desde uno de los balcones de la Plaza que lleva su nombre. Durante su gloriosa procesión, acompañada con los sones de la Banda Municipal de Aznalcóllar, la Virgen de Fuente Clara visita a las distintas Hermandades de la Santa Cruz. En el inicio de la Plazoleta de la Santa Cruz de Arriba fue recibida con la salve y a compás de sevillanas mientras se encendían bengalas ante su paso y repicaban las campanas de la Capilla llenándose el cielo de fuegos artificiales. Continuó su paseo visitando a la Comunidad de Betania que también la recibía con bengalas. A los sones de Pasan los Campanilleros llegaba a las puertas del Ayuntamiento donde la Corporación Municipal recibía a la Alcaldesa Honoraria y Perpetua.

Tras dejar atrás el Ayuntamiento volvía su mirada hacia la Cruz de Abajo cuya Hermandad la esperaba en la calle Pedro Gómez del Castillo bajo un arco levantado en honor de la Patrona y con una alfombra de sales de colores con el anagrama mariano. Las bengalas y un castillo de fuegos artificiales saludaron a la Patrona junto a la Hermandad de Abajo. La Virgen de Fuente Clara continuó su paseó por Aznalcóllar hasta la madrugada cuando regresó al Templo Parroquial donde todo su pueblo la venera desde el siglo XIII, cuando tuvo lugar la aparición donde en la actualidad se levanta su Ermita. Cuenta la leyenda que durante la conquista de Sevilla por Fernando III, los soldados del Capitán Garci Pérez, apodado el Bravo, se encontraban sedientos y cansados, y por ello el capitán rogó a la Virgen protección y ayuda clavando su espada en el suelo. Inmediatamente empezó a brotar agua clara del lugar donde había clavado la espada y apareció una imagen de la Virgen sedente con el Niño en sus manos.

El pueblo de Aznalcóllar vivió una extraordinaria jornada en la que proclamó Alcaldesa Honoraria y Perpetua a su venerada Patrona, Nuestra Señora de Fuente Clara, aquella que calma la sed a todos los que se acercan a sus plantas.

Fotos: Manuel Pinto Montero.