Provincia. Santa Marta, Patrona de La Algaba, volvió a bendecir a su pueblo

Manuel Pinto Montero. Un año más y cada 29 de julio, Festividad de Santa Marta, la Patrona de la Algaba recorre las calles de la localidad tras la Solemne Función celebrada en el interior del Templo Parroquial. Minutos antes de la salida el pueblo algabeño continuó con la tradición de tocar los clarines desde la torre del Templo, momento en el que se lanzan numerosas monedas, así como todo tipo de golosinas para el deleite de los más pequeños, pero también para los mayores.  

Santa Marta fue elegida Patrona de La Algaba en el Siglo XVII cuando el pueblo sufría una gran epidemia, el Párroco de aquella época reunió a los vecinos en el Templo y en unos papeles escribió los nombre de todas las imágenes que se encontraban en la Parroquia. Un niño pequeño fue el encargado de escoger uno de los papeles y seleccionó dos, San Laureano y Santa Marta, y para escoger solo uno volvió a introducir los papeles con el resto y otro pequeño se encargó de seleccionarlo saliendo en esta ocasión Santa Marta. En ese mismo momento fue proclamada Santa Marta como Patrona de La Algaba. La epidemia libró al pueblo muriendo solo el Párroco del cual surgió la idea de elegir Patrona.

La imagen de Santa Marta es una talla completa que sigue los rasgos iconográficos tradicionales apareciendo a sus pies un dragón al que venció tras rociarlo con agua bendita. Estos elementos para bendecir aparecen en sus manos. La Patrona de La Algaba procesionó sobre paso de plata alumbrado por cuatro característicos candelabros de guardabrisas con faroles. El exorno floral estuvo compuesto de numerosas flores de tonos blancos.

Como es tradicional Santa Marta visitó la Iglesia de Jesús Nazareno, devolviendo la visita que Jesús hizo a Marta hace ya más de 2000 años. Todas las Hermandades, así como una representación municipal, acompañaron a Santa Marta en su paseo por las principales calles de la localidad. La Banda de Música de la Soledad de La Algaba puso us sones tras la Patrona algabeña en su glorioso paseo por las calles de su pueblo.

Fotos: Manuel Pinto Montero.