Bendecido en los Gitanos el monumento funerario de la Duquesa de Alba
Daniel García Acevedo. Desde que falleciera Cayetana Fitz James Stuart, Duquesa de Alba, y decidiera que sus cenizas permanecieran en el templo de la hermandad de los Gitanos, la corporación de la calle Verónica ha querido hacerle un monumento en su honor para agradecer sus desvelos por la hermandad.
Y este monumento ha visto la luz ayer lunes, 20 de noviembre, tras la eucaristía por el tercer aniversario de su desaparición, presidida por Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, sacerdote amigo de la familia y de Cayetana, y concelebrada por Fray Juan Dobado Fernández, prior del Santo Ángel y director espiritual de los Gitanos, ante la presencia del hermano mayor y parte de la junta de gobierno de la hermandad de la Madrugada y de la familia de la Duquesa de Alba.
El monumento funerario fue bendecido a los sones del himno nacional, interpretado al órgano, con gran expectación de la prensa, en su gran mayoría rosa.
La obra es del escultor Navarro Arteaga y realizada por la empresa Cuellar de Madrid. La inscripción, que está firmada por Isabel de León, Marquesa de Méritos y presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, dice así:
Nunca te irás de Sevilla
Porque ella te reclama
Siempre llevaste su nombre
Que con amor pronunciabas
Esculpida entre rosas
Como una flor sevillana
El Señor de la Salud
Quiso con Él te encontraras
Para llevarte al cielo
Junto a Angustias coronada
Porque de Dueñas saliste
Y en su templo te quedabas
Como la noche y el día
Que ni el viento lo separa
Quedan unidos dos nombres
Para la historia de España
Uno se llama Sevilla
Y el otro Cayetana
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.