"Los horarios de La Madrugá de 1944". Mariano Lopez Montes

En esta otra entrega de estos viajes a un pasado ya lejano de nuestras cofradías, me ha perecido interesante en esta ocasión en hacer una parada en los horarios y tiempo de permanencia de las cofradías en la calle en aquella década de los años cuarenta, con una antigüedad que supera los setenta años de evolución. Invito al lector a que compare estos mismos parámetros en los tiempos actuales, y de seguro que fácilmente va a encontrar diferencias significativas y evidentes.

Esta información e ilustraciones están extraídos de la lectura del Programa del Correo de Andalucia de 1944, que adornaba su portada con una fotografía coloreada de La Virgen del Dulce Nombre y San Juan Evangelista, y que en su primera pagina que hacía referencia al año de edición, se adornaba con un dibujo de una especie de simpecado con el motivo central de una C, creemos en referencia a aquel Correo de Andalucia, que se denominaba: Diario católico, fundado en 1899. Decano de la Prensa de la provincia, y que por aquellos años enfatizaba en la siguiente frase; "La mejor información y crónicas especiales de la guerra", todo ello cumpliendo la preceptiva censura eclesiástica.

Al contemplar el grafico que pongo a disposición del lector, le invito a que investigue por sí mismo la duración de las estaciones de penitencias de las diferentes cofradías de la jornada, y podrá comprobar cómo la Cofradía del Silencio y El Calvario solo permanecían en la calle 4 horas, la del Gran Poder 4,30, evidentemente viniendo de vuelta por El Salvador, Laso de la Vega, Aponte y Jesus del Gran Poder. 

La que permanecía mas tiempo en la calle era la Esperanza Macarena que salía a la 1,15 y entraba a las 10,30 de la mañana, con unas nueve horas de recorrido.

La Esperanza de Triana que en aquellos años salía de San Jacinto salía a las 2 y entraba a las 8 lo que suponía que esta popular cofradía permanecía en la calle tan solo seis horas.

Caso muy curioso es el de la Cofradía de Los Gitanos, que salía a las 3 de la madrugada y entraba a las ocho.

Estos datos fríos aunque por otra parte veraces nos invitan a hacer un análisis comparativo, en dos Semanas Santas bien distintas y con setenta años de diferencia, que dejo para el lector.

Como motivo anecdótico, he ilustrado esta colaboración  de la Compañía Naviera Ybarra que ofrecía travesías hasta aquellas lejanas tierras americanas, en sus modernos trasatlánticos, "Cabo de Hornos" y "Cabo de Buena Esperanza, haciendo salidas regulares, a Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina, etc. En la época actual de predominio de la velocidad del avión y la rapidez como valor principal en nuestros desplazamientos, nos viene a la mente aquellos tiempos nostálgicos de esos largos y a veces elegantes viajes por mar.

Para terminar dos anunciantes muy de aquí, y por su larga tradición casi de toda la vida, las túnicas de nazarenos del Siglo Sevillano y como no la parte más dulce de nuestras vidas en la que Ochoa tuvo siempre cierto protagonismo.