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Juan Manuel Labrador exaltó a Ntra Señora de la Encarnación de San Benito


Fco Javier Montiel. El pasado jueves 21 de marzo tuvo lugar la vigésimo octava edición de la exaltación en honor de Nuestra Señora de la Encarnación como preparación de sus cultos. Este año el exaltador designado ha sido el cofrade y periodista Juan Manuel Labrador Jiménez, pregonero de las Glorias de Sevilla en 2018.

Al acto asistieron el párroco y director espiritual de la hermandad de San Benito, el hermano mayor, José Luis Maestre, el delegado del Consejo Superior de Hermandades y cofradías, los hermanos mayores de la hermandad de Valvanera y de la hermandad de San Gonzalo y cofrades.

El acto comenzó con la interpretación por parte de la Banda Municipal de La Puebla del Río de la Marcha 'Encarnación de la Calzada' de Juan Santos.

Posteriormente, Manuel Jesús Rocha Ortiz, pregonero del año anterior, dedicó unas palabras al pregonero en su presentación, destacando su origen trianero.

Antes de comenzar el pregón, se interpretó la marcha 'Esperanza de vida' de Manuel Marvizón, dedicada a los Donantes de Órganos.

Juan Manuel Labrador comenzó su pregón desde "el otrolado del río", haciendo alusión a que ambos tienen en común el origen Trianero.

"Arribaste a aquella orilla hace más de cuatro siglos procedente, tal vez, de ese universo artístico que pudo rodear al círculo montañesino, aunque se desconozca con certeza qué manos modelaron tu virginal fisonomía, un dato que realmente a nadie aflige, porque la autenticidad de la devoción que se te profesa radica en el misterio secular que te abraza y te hace ser especial y distinta. Probablemente, pocos conocerán que, al principio, el llanto que encharca tus párpados hasta reventar para humedecer tus pómulos hizo que te advocasen de los Dolores. Y cuando el destino te alejó de las inmediaciones del Guadalquivir de modo definitivo para atravesar la urbe hasta las proximidades de la antigua Huerta de la Alcantarilla de las Madejas, cerca de la cual se ubicaban aquellos Caños de Carmona que hasta inicios del siglo XX era el acueducto por el que fluía aquella agua que abastecía a todo el municipio, tomaste posesión de un antiguo recinto benedictino en el que hubo quien quiso llamarte Mayor Dolor y Traspaso en primer lugar, y Paloma algo más tarde, pero el Espíritu Santo te infundió sus dones de tal manera que, sin embargo, la historia siempre te ha dado a conocer como Encarnación."

Juan Manuel Labrador llevó su pregón entre prosa y verso de manera magistral, como ya lo hiciera en el pregón de las Glorias.

"Las puertas de San Benito
se abren cuando traspasas
la frontera de un dintel
en cuyo marco te abraza
la luz que da su calor
a una histórica jornada
que, casi por increíble,
no deja de ser soñada
por numerosas personas
que de forma cotidiana
ansían vivir el gozo,
con su ilusión desbordada,
de verte cruzar Sevilla
cuando el Ángel de la Guarda
haga real el deseo
de tu madre Santa Ana
y te lleve hasta aquel puente
que deshace las distancias
al redescubrir tu origen
en nuestra hermosa Triana."

Dedicó unas estrofas al Evangelio, concretamente a "la encarnación del Verbo". 

"Cuando se habla del misterio de la Encarnación y del emblema que lo representa, no puede caer en el olvido esa jarra con tres azucenas que remata cada uno de los varales que con vigor sostienen el bellísimo palio que Juan Manuel Rodríguez Ojeda bordase para esta anónima dolorosa. Aquellas flores se integran y dan sentido a la heráldica corporativa de la hermandad, habiendo constancia de que en torno a 1794 ya estaban presentes en este blasón, manteniéndose tras su reorganización en 1921, con la puntual excepción de que entre los años 1948 y 1958 desapareció, si bien jamás dejó de mostrarse en el antifaz de los nazarenos a la altura del pecho."

"Eres flor entre las flores,
irradiando tu pureza
mediante aquella realeza
que pregona tus honores
en medio de esos clamores
que se tornan oración,
demostrando su efusión
ante la grata noticia
de sentir Tú la caricia
de Dios en su Encarnación"

La coronación canónica también tuvo su espacio en el pregón en el que recordó que "El domingo 27 de noviembre de 1994 por la mañana, muy temprano, Manolo Rodríguez Hidalgo, benemérito cofrade y mejor persona de la que tanto habría que aprender, quiso estar junto a su Virgen orando ante la intimidad de su retablo en San Benito horas previas a pregonar ese hecho irrepetible como era la coronación canónica de esta imagen mariana en el Teatro Lope de Vega."

Llegamos al Martes Santo en La Calzada. "Cada Martes Santo, La Calzada vuelve a ser un poco más La Calzada, aquella que fue y que parece que continúa siendo. La de las antiguas familias de Campos de los Mártires, Alberto Durero, Lictores, Juan Sierra, Juglar, Blanco White, Pirineos, la Buhaira, Alerce... La de las fotografías en blanco y negro donde toda la gente se arremolinaba en la imperecedera calle Oriente en torno a esa joven cofradía que no partía literalmente de cero porque devolvió a Sevilla entera la belleza de la Virgen de la Encarnación..."

Acabó su pregón hablandole a la Virgen, en una dulce despedida, dandole las gracias. Junto a Ella, en el asilo, su tio-abuelo estuvo alojado y la visitaba frecuentemente.

"Todos tenemos tiernas y emocionantes historias con imágenes devocionales distintas a las de nuestras propias hermandades, por eso yo sentía, desde hace años, mi necesidad de poder compartir con la Encarnación este ratito. Y cuando vamos llegando al final, yo sólo os digo: ¡Alzad la voz, hermanos de San Benito!, y sed realmente vosotros quienes les contéis a Sevilla las grandezas de esta poderosa Virgen."

"Encarnación, ¿qué te digo
si sin palabras me quedo?
Entre estos versos me enredo
y mi fin no lo consigo,
porque me siento mendigo
a raíz de mi pobreza
para exaltar tu grandeza
como Tú siempre mereces,
pero mi voz la enmudeces
con sólo ver tu belleza.

Aquí queda mi plegaria,
guárdala bajo tu manto,
y al volver el Martes Santo
a esta ciudad milenaria,
sé la eterna luminaria
que en este rincón bendito
hace de tu luz un grito
que intuye mil claridades
y enaltece tus bondades
al rezarte en San Benito."

Para finalizar el acto, la Banda Municipal de La Puebla del Río interpretó la marcha 'Encarnación Coronada' de Abel Moreno, coreada por el público asistente con el rezo del Ave María.

La Banda Municipal de La Puebla del Río cerró con la interpretación de los himnos de Andalucía y de España.

 

Fotos: Fco Javier Montiel










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