Arte Sacro
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Explicación del cartel de la Pastora de Santa Marina por su autor, Víctor González Felices


Arte Sacro. Cartel de la Pastora de Santa Marina 2019. Ha sido un gran honor ilustrar la imagen que anuncia la salida de la Pastora de Santa Marina en este 2019. Un cartel realizado a través de la combinación de fotografías y distintas técnicas. Os dejo la descripción a continuación:

La Divina Pastora como gloria de Sevilla

Que la Hermandad de la Divina Pastora me haya dado el placer y la responsabilidad de ser su cartelista este año supone una gran alegría para mí. En el agradecimiento a sus hermanos y su junta de gobierno no puedo dejar pasar el que me hayan dado la oportunidad de ilustrar por primera vez una obra de cartelería para la ciudad de Sevilla, con todo lo que ello supone.

En cuanto a la descripción de una obra que se crea para que sea fácil de leer por la persona que la percibe, se ha tenido en cuenta que a la hora de componer el cartel, este debía cumplir su función comunicativa como principal fin. La Stma. Virgen destaca sobre todo el conjunto que lleva como título principal; Sevilla. 

La imagen de la Divina Pastora aparece, por tanto, en la gran mayoría del lienzo compositivo a cuerpo entero, por lo que se trata de mostrar la iconografía de la Stma. Virgen tal y como está concebida. La imagen es fruto de un proceso que parte de una fotografía realizada durante su besamanos y que ha sido editada digitalmente mediante la superposición de distintos filtros que acercan el resultado final a técnicas pictóricas como el dibujo a grafito, la pintura y el graffiti, que, combinados entre sí, logran llegar al resultado final. 

Todo ello se completa con la silueta de un círculo de luz que viene a resaltar de divinidad de la imagen y que aparece alrededor del rostro de la Stma. Virgen, para, a su vez, mantener el icono devocional emulando al característico aro de estrellas que suele portar. Los pétalos de flores, muy propios de la época de Glorias en la que nos encontramos, recalcan el aspecto glorioso de la devoción a la Divina Pastora y recordando a los que cada tercer domingo de septiembre llueven sobre la Virgen, unos pétalos realizados a mano con acuarelas, al igual que la textura del marco que encuadra al conjunto.

La obra se superpone a una fotografía de una pared blanca que aporta una textura natural a un fondo blanco y neutro que pretende simplificar al cartel como algo limpio y fácil de leer a la vista. La tipografía completa el conjunto con simplicidad y rectitud, sin alardes de forma que distorsionen la imagen principal y que hagan.










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