Presentado el cartel de las Fiestas del Rosario de la Hermandad de los Humeros

Artesacro. El pasado día 29 de septiembre se presentó, en la capilla del Rosario de los Humeros, el cartel anunciador de las Fiestas del Rosario de 2019 obra del artista José Luis Marín.

El cartel es un conjunto formado por 3 piezas: un cuadro, la leyenda o texto, y una corona.

En el cuadro es fácil reconocer a la Virgen del Rosario de los Humeros, cuya mirada busca al espectador a quien ofrece su atención y un lugar en su regazo, donde descansa un niño herido y desde donde ha pervivido a lo largo del tiempo la capilla en representación de la “casa” de todos sus arrabaleros. En su mano izquierda porta el cetro que la distingue como Reina de los Cielos y Madre de Dios, y en su mano derecha muestra la Cruz o emblema de la cristiandad. Está flanqueada por un juego de vivas escaleras de colores que aluden al incesante y amoroso “trasiego” de su “ir y venir” del Cielo a la Tierra mediando entre Dios y los hombres.

La estructura compositiva se sustenta en un triángulo invertido, el gran corazón que queda claramente sugerido en la mitad inferior de la escena, desde su seno o regazo hasta la base de la actitud sedente de la Mujer.

La corona de la Virgen es una obra exenta compuesta por un gran número de pequeñas piezas extraídas de la vida personal del artista, en relación a los 20 misterios que conforman el rezo del Santo Rosario.

Está presidida por la cuna de un pesebre, y le acompañan singularidades como una semilla de palmera, el tirador de un mueble alhacena, una aguja hipodérmica, dos anillos, un broche con forma de libélula, un barco, una lagartija, la cabeza de San Juan Bautista, el callao de San José, una paloma, un ojo, una cruz de madera, una corona de espinas, unos clavos, unas tenazas, o la reja de una ventana de una casa de muñecas.

          

La leyenda “HUMEROS” está realizada con papel de mantel de mesa impregnado de purpurina dorada.

El conjunto es un homenaje a las madres que cuidan, consuelan y median, y a través de ellas a la Madre de esta familia numerosa que somos todos los seres humanos y todas las criaturas de Dios.

La obra fue realizada en Sanlúcar la Mayor, y albergó la posibilidad de contener en su composición un pequeño perrillo bodeguero en alusión a Santo Domingo de Guzmán.