Crónica de la "Misa de la Conversión" de Montserrat

Javier Martínez Macarro. El pasado 24 de noviembre, coincidiendo con la festividad de Cristo Rey, la Hermandad de Montserrat celebró una función solemne en honor al Santísimo Cristo de la Conversión con motivo del IV centenario de su hechura por Juan de Mesa.

En el transcurso de la misma tuvo lugar un estreno musical muy especial: el de la Misa de la Conversión, op. 96, de José Jesús Ciero Polvillo.

Dedicada al titular de la cofradía del Viernes Santo, la obra comprende siete movimientos: 4 relativos al ordinario de la misa (Kyrie, Gloria, Sanctus y Agnus Dei) y 3 que son motetes que se corresponden con algunas partes del propio (entrada, ofertorio y salida); estos últimos cuentan con letras escritas para la ocasión.

El estreno fue realizado en la versión instrumentalmente más rica de la obra, esto es: cuarteto de viento (flauta, oboe, clarinete y fagot) y órgano junto con voces solitas y coro a 4 voces mixtas.

La composición de esta obra partió de la iniciativa de un grupo de hermanos de Montserrat que, con buen criterio, tuvieron a bien encargarla como regalo a su titular por su 400º aniversario. Desde entonces la propia corporación tuvo el acierto de acoger y hacer suyo dicho encargo, preparando en las últimas semanas una presentación de la misa a los medios de comunicación y a sus hermanos, así como dando una gran difusión en sus redes sociales a la obra y a su estreno.

La primera interpretación de esta Misa de la Conversión ante el imponente crucificado de Juan de Mesa fue magistralmente ejecutada tanto por el coro (en el que se integraban los componentes del cuarteto vocal Opus Vocis, muy vinculado a Montserrat) como por los instrumentistas, entre los que se encontraba el propio Jesús Ciero al órgano; todos ellos bajo la dirección experta de Antonio Martínez Oliva.

Así pues, gracias a la iniciativa de sus propios hermanos, la cofradía de Montserrat puede sentirse dichosa por haber ganado un importantísimo nuevo elemento que sumar a su ya de por sí rico conjunto patrimonial. Porque la música, aun inmaterial e intangible, es también patrimonio, tanto como otras disciplinas que sí tienen esa consideración de manera indubitada dentro de nuestra Semana Santa. Más aún, hablamos de un arte que conecta directamente con el alma y los sentimientos, lo que la convierte en un componente importantísimo dentro de la liturgia por su contribución sustancial al recogimiento y al rezo.

Un elemento patrimonial esta Misa de la Conversión que es de auténtica calidad y que pasará a la posteridad para que la hermandad haga uso de ella (ojalá que muchas veces) engrandeciendo así la veneración y el culto al Santísimo Cristo de la Conversión.

Fotos: Begoña Badajoz Muñoz y Javier Martínez Macarro.