Mi Cristo. María del Amor Rasero Zárraga

"Mi Cristo...
mi Cristo, no es de este mundo:
tiene un rostro dulce y puro,
dueño de mi corazón, vagabundo,
de mi presente y mi futuro.

Él es mi amado,
es mi cobijo, mi protector.
Él es mi amigo, quien llena mi alma de valor.

Mi Cristo, es protagonista de un cuadro. Un cuadro, enmarcado por el dintel de San Lorenzo; ese que, cada primavera, es pintado por la fe y el amor de sus hijos. Un cuadro de infinitos colores, un cuadro de intensas emociones, un cuadro de un misterio eterno, en el que su rostro se despide frente a frente, de su amada bajo palio.

Un momento único, una perspectiva de vértigo: verde la plaza, el sol besando el cielo; rompiendo el silencio, los pájaros, el capataz y los costaleros; el incienso y los geranios, perfumando calles y balcones; los corazones contenidos, igual fuera que en el templo; todos los colores de la paleta, en el barrio de los sueños; Y cuando se asoma, cuando su espalda es abrazada por el público, la corneta Cigarrera y los aplausos ¡te transportan al mismo cielo!

¡Mi Cristo no es de este mundo!
Él sana el alma a pobres y a ricos,
cura al enfermo y da de beber al sediento,
y perdona cada Martes Santo, a pecadores y a justos.

Mi Cristo, te ofrece sus manos atadas ¡Él no juzga tus pecados, ni te condena por nada! Con tan solo un beso te perdona ¡Porque es tan inmenso su amor, que todos pueden vivir en su Reino!

¡Que mi Cristo no es de este mundo! ¡Solo hace falta mirarlo! con su dolorida mejilla y vilmente abofeteada. ¡Él no nunca lo tiene en cuenta, ni la crueldad ni la ofensa!

Mi Padre, cada año, se lleva los golpes de un necio Malco, que bien podrían ser tus penas y angustias, cargando tu cruz y soportando cada caída a lo largo de la vida.

Mi Cristo...
¡También el tuyo!
El de la bofetá, el del más dulce rostro.
Por el que pondría mis dos mejillas,
el alma, el corazón y mis pensamientos.
¡Y aunque no sea de este mundo, siempre me espera en San Lorenzo, porque Él me amó primero!
Y lo quiero... Y lo quiero... Y lo quiero..."

A mi Cristo, Nuestro Padre Jesús ante Anás.
A mi Hermandad.

María del Amor Rasero Zárraga

Fotos: Fco. Javier Montiel.