El día de Venus en el mes de Marte. Antonio Sánchez Carrasco

Así me vino aquella historia. Con la duda de saber de donde venía, viernes y marzo. Lo tenía casi claro que viernes era de Venus y marzo de Marte; y wikipedia me confirmó la sospecha. Así era viernes de Venus y marzo de Marte. La belleza y el amor junto la guerra y la pasión. Estas características se cruzaban en el día, primer viernes de marzo.

Recordaba a mi amigo Alberto, el eterno nazareno primitivo que ya duerme en el Señor de la Cruz al revés.

Son tiempos de virus y como siempre se pusieron las tintas contra los católicos, así sin más. Se recomienda no besar Cristos, porque el Corona (de espinas) virus se queda en superficies un tiempo, el primer virus sacro de la historia, porque se mantiene en el pie de un Cristo, pero no hay problema con las barras del Tussam, los carritos de los supermercados, los pomos de las puertas, las sillas de los bares, el ambiente de los centros comerciales, así como cualquier superficie dentro de ellos, seguían llegando aviones desde zonas como la Lombardía sin control alguno,... Pero justo cuando iba a entrar a sacar conclusiones, pensé, bueno que no quede por nosotros. Eso sí, sobre todo en las redes nos pusieron de vuelta y media como si el virus sólo se expandiera de capillita en capillita y así llegamos al Tiro de Línea, allí donde la vida se convierte en un lugar en el que lo verdaderamente transgresor es tener fe. Sentarte ante Cristo, ante el Cristo de todos, el de las manos atadas que recibe a manos llenas sin preguntar la procedencia de nadie.

Llegamos al territorio de la igualdad, ante el Dios que nos iguala a todos. Sentarte ante el que todo lo puede, es ver pasar historias. El lugar en el que cualquier objeto inanimado cobra vida, o cualquier ser puede verse Cautivo de tu nombre; aunque estas dos últimas afirmaciones sólo sean comprensibles para unos pocos elegidos. Allí entregan la cuchara todos, los miarmers vengadores, los tuiteros anónimos, los del conteo, los sin conteo..., hasta aquellos dos borrachos que un día viéndote en la Puerta Jerez litrona en mano uno decía. “Cuidao en la que te metiste por nosotros” a lo que el otro le decía “Yo una vez te ayudé en una mudanza”, “ji igualito”. Todos entienden el sobre amor que existe en tí, Cautivo. En tiempos de virus, en tiempos de intolerancia, en tiempos convulsos, allí recibes a todos. Allí te muestras señorial e implorante en el primer viernes de Marzo.

Fuera el tiempo corría, conversación con deseo de mejoría para tu cronista, Juan Bustos, que anda lesionado. Corona virus informativo. ¿Se suspenderá la Semana Santa?, pregunta alguien con cámara y micro. Nunca podrá suspenderse la Semana Santa, en todo caso las procesiones, un escenario nada deseable y no por lo jartible que es uno, sino porque sería señal de que el virus sigue como el conteo de nazarenos, imparable y también porque muchos pequeños negocios lo pasarían mal. Que si, correcto, que esto es fe pero tampoco es necesario que alguien lo pase mal con su puesto de trabajo. Había dado de sí y para mucho el primer Viernes de Marzo, el día que Marte y Venus se juntan y eso que aún no se había presentado el cartel en la Macarena, pero vamos, que eso es otra historia.

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.