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Marcia de Itálica


Virginia López. La hermana del emperador hispano Trajano, ha pasado a la historia con diversos nombres, pues fue incluso divinizada a su muerte, pero uno de sus apelativos, Marcia de Itálica, la coloca en el grupo de paganos conversos al Cristianismo. Bando donde no solo no militó su egregio hermano sino que éste sí mandó la ejecución de los correligionarios de su hermana.

  

Trajano divinizado, estatua de Itálica del año 117 aproximadamente

Su nacimiento en Itálica, la primera colonia romana fundada fuera de la península italiana en el 206 a.C., al igual que su hermano Trajano, propicia su apelativo.

Los hagiógrafos católicos le dotan de vivaz inteligencia pero también de una bondad innata, recalcando el buen trato (“con suavidad y amor desconocido”) que otorga a los esclavos. Además de vivir con pudor, recato y honestidad, lejos del frenesí que achacaban a las matronas romanas. También hacen hincapié en los favores que dispensó a sus paisanos y se hablaba de una estatua – hoy desaparecida- que representaba a la joven y que estaría enclavada en la zona de Azuaga, en los confines de lo que hoy son Andalucía y Extremadura.

Las lápidas romanas empotradas al pie del castillo de Azuaga fueron estudiadas por Mommsen y muchas han desaparecido. Nos interesa una de ellas cuyo texto fue recogido en un manuscrito anónimo del siglo XVIII que hoy se halla en la Biblioteca Nacional. Decía así:

Divae Marcianae Aug. sorori Aug.”

Dedicado a Diva Marciana Augusta, hermana de Augusto [Trajano].”

Ciertamente debió tener un carácter dulce y sosegado que fue registrado por historiadores romanos como Plinio el Joven, el cual alaba que la joven doncella instalada en Roma junto a su hermano, convive armoniosamente con la esposa de éste, Pompeya Plotina.

  

Estatua de Ulpia Marciana en Florencia

Según los testimonios cristianos, su conversión vino del Papa San Clemente I – relacionado con Sevilla pues en su festividad, el 23 de noviembre, se produjo la conquista de Sevilla en 1248, de ahí que bajo su advocación se fundara el convento considerado más antiguo de nuestra ciudad- el cual sufrió martirio. Y a la muerte de Trajano se quedó en Roma donde pudo vivir haciendo pública su fe. Esto último se contradice con la historiografía oficial como veremos.

Cuentan que el emperador Antonino Pío le reprendió por ello y que Marcia no quiso seguir bajo la protección imperial prefiriendo compartir el destino trágico que sufrieron los cristianos martirizados.

En la historiografía a Marcia de Itálica se la conoce como Ulpia Marciana. Como se sabe, Ulpia es la gens de la familia pues el nombre de su hermano era Marco Ulpio Trajano. Éste nació aproximadamente en el año 30 d.C., unos 12 años antes que su única hermana. Y murió cinco años después que ella.

  

Busto de Ulpia Marciana en Nápoles

Parece que fue en el año 105 cuando las cuñadas recibieron en vida el título de Augusta. Y son las fuentes cristianas las que adornan la virtud de nuestra protagonista reseñando que lo rechazó. El que la joven cristiana tuviera una cuñada pagana de notables virtudes se inserta en el marco del Neoplatonismo: algunos Padres de la Iglesia reconocieron un elemento cristiano en la filosofía de Platón, al que consideraron una especie de propaedéutico y a la filosofía griega una especie de disciplina preliminar. Ciertamente para los primeros cristianos, la gran tragedia de los griegos había sido vivir antes de la venida de Cristo.

Ulpia Marciana estuvo casada con el senador Cayo Salonio Matidio Patruino, el cual murió antes de que su cuñado se convirtiera en emperador. Su hija fue Matidia la Mayor, madre de Vibia Sabina - esposa de Adriano, sucesor de Trajano- y de Matidia la Menor. Según las crónicas cristianas, Marcia adoptó el nombre de Matidia al bautizarse como cristiana.

Parece que historiografía y hagiografía coinciden en que nuestra protagonista, ya viuda y con su hija, vivió con su  hermano y cuñada en Roma. Con un estilo de vida sencillo y muy familiar. Ni volviéndose a casar ni protagonizando ningún amorío.

Murió el 29 de agosto del año 112. Históricamente, todos los honores romanos que recibió la hermana de Trajano, fueron póstumos. Fue deificada como hemos comentado y se acuñaron monedas con su efigie.

 

 Áureo con la efigie de Augusta Marciana (año 114)

La madre de Trajano también se llamaba Marcia. Procedía de una familia noble romana descendientes del legendario rey etrusco Anco Marcio. Se casó con el senador y general hispanorromano Marco Ulpio Trajano, que llegó a ser gobernador de Hispania a partir del año 70.

Respecto a la política que llevó a cabo Trajano con los cristianos, tenemos bastante información gracias a dos excepcionales documentos conservados. Se trata de la carta que Plinio el Joven escribió al emperador sobre qué hacer con ellos y también conocemos la respuesta imperial.

Plinio el Joven, sobrino de Plinio el Viejo, el que murió por la erupción del Vesubio, era gobernador de Bithynia et Pontus (antiguo Reino del Ponto, fundado por Mitrídates I en el siglo IV a.C.) en la actual Turquía.

La carta es del año 112, justo el año en que murió Marcia, la hermana del emperador.

Parece ser que mediante denuncias anónimas, algunos presuntos cristianos comparecieron ante Plinio y éste no tenía ninguna orden concreta que acatar de ahí la consulta.

Ni Plinio ni Trajano mencionan qué delito se les achaca a los cristianos o que podrían haber hecho en cuanto a cultos y demás, solo se les menciona en su calidad de seguidores de Cristo, esa nueva religión oriental que los coetáneos romanos vieron como una moda más. Pero todo parece indicar y, esto nos recuerda a nuestras copatronas, las Santas Justa y Rufina, que eran denunciados por negarse a adorar a los dioses romanos.

Plinio no adopta un rol pasivo, sino que emite juicios de valor sobre ellos: que en los juicios ya celebrados él les da múltiples posibilidades para que se declaren inocentes y tras una triple negativa, es cuando los ejecuta. Que ha hecho investigaciones previas donde constata que sus prácticas son “innocuus” pero depravadas, propias de una superstición excesiva y que considera las reuniones de cristianos como un posible punto de partida para la sedición. Según él, la actitud de los cristianos de obstinatio y pertinacia, merecen castigo.

Pero no había hecho ninguna investigación judicial y la consulta tiene un doble sentido:

-Por parte de Plinio, era una forma de salvaguardar su labor política. Pero también denota su inexperiencia absoluta con estos casos y una ausencia de contacto o conocimiento sobre los cristianos.

-Por parte de los cristianos puede calibrarse que su presencia en aquella región costera del Mar Negro era mínima y que no había precedentes de detenciones ni de ejecuciones. Todo apunta a que la fe llegó allí por San Pedro.

 

 Obra de Plinio en Editorial Cátedra

La respuesta del emperador es breve pero concisa, con cuatro órdenes:

1.- No buscar a los cristianos para enjuiciarlos.

2.- Si los acusados son culpables de ser cristianos, entonces deben ser castigados.

3.- Si los acusados niegan ser cristianos y muestran pruebas de que no lo son al adorar a los dioses, entonces ellos deben ser perdonados.

4.- No se deben permitir las acusaciones anónimas.

Así que no había aún persecuciones masivas pero sí martirios esporádicos y locales.

¿Pudo ser cristiana la hermana de Trajano?

 

Itálica

Sería poco probable pero no imposible. La rápida expansión del Cristianismo, penetrando en las casas imperiales, lo avalaría. Ya sería más cuestionable que la conversión proviniera del propio Papa, es un hecho demasiado forzado, más propio de adornar, exagerando, las descripciones católicas venideras que se hicieron de ella. Un apunte interesante es que el martirio papal sí está relacionado, según la tradición, con el propio Trajano. Éste lo exilió a la actual Crimea donde finalmente lo mandó echar al mar con un áncora al cuello.

Los años que transcurren entre el 106 y el 113 – los últimos años en vida de su hermana- son años pacíficos en el Imperio Romano. Son años del buen gobierno de Trajano, de prestigio del Senado instaurando el voto secreto, de prestigio de la justicia prohibiendo las denuncias anónimas, año de construcciones como las calzadas en Hispania y el Puente de Alcántara. Y un aspecto poco conocido que muestra la gran talla de filántropo que tuvo Trajano y por el que fue llamado Optimus princeps es la Institutio alimentaria: un programa para alimentar a los niños, especialmente a los huérfanos de tantas guerras, legítimos e ilegítimos y costeados de su fortuna personal.

 

Detalle del Arco de Trajano, en Benevento, donde se ve al emperador repartiendo grandes sumas de congiaria para el pueblo y de donativa para los soldados. Varios niños, uno lactante, aparecen representados. Con los siglos, las exigencias a los emperadores de este subsidio, unido al famoso panem et circo, contribuyeron a la gran crisis del siglo III.

Los últimos años de Trajano están protagonizados por la Guerra contra los Partos. La muerte le sobrevino el 9 de agosto del año 117 en la actual Turquía. Fue su sobrina, colaboradora fiel e hija de Marcia, la que trajo sus cenizas depositándolas bajo la Columna Trajana.

 

En marzo del año pasado se descubrió una estatua de Trajano en la antigua ciudad romana de Laodicea (Pamukkale/Denizli, Turquía). Mide tres metros y está fechada en el 113 aproximadamente.

La fama de Trajano, nuestro paisano y uno de los “cinco emperadores buenos” ha permanecido inalterable desde su muerte en los casi dos mil años siguientes.

Fotos: Wikipedia (1, 2, 6)

Museo Arqueológico de Nápoles (3)

www.tesorillo.com (4)

Ediciones Cátedra (5)

historiayromaantigua.blogspot.com (7)

www.antiguaroma.com (8) 










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