Arte Sacro
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Restauración del lienzo de San Juan Nepomuceno del Museo del Santo Ángel


Arte Sacro. El Museo del Santo Ángel ha restaurado un cuadro de San Juan Nepomuceno a cargo de Carles Salafranca. Este es el informe del mismo.

Título: San Juan Nepomuceno

Técnica: Pintura sobre lienzo.

Dimensiones: lienzo sobre bastidor de 82 x 62 centímetros. Enmarcado en un listón simple con media acanaladura, de estilo isabelino, en dorado.

Estado de conservación: deficiente.

Descripción iconográfica e iconológica: Aparece una figura central, de pie sobre una nube con pequeñas cabezas de ángeles, con un bonete en la parte inferior. Revestido con sotana negra y roquete blanco con encaje, sujeta un crucifijo al que dirige su mirada. Tras él, se abre un cortinaje recogido con borlones en la parte superior derecha, que deja ver unas construcciones palaciegas y un puente sobre un río, desde el que dos figuras observan a una tercera, vestida a semejanza del personaje central, que está dentro del agua. La figura es Juan Nepomuceno, sacerdote checo nacido cercano a 1340 que posteriormente fue párroco de Praga, vicario general e incluso arzobispo hacia 1396. Ese mismo año, según la tradición, fue martirizado por el rey Wenceslao IV de Luxemburgo rey de Bohemia (uno de los antiguos reinos que hoy componen la República Checa) ya que se negaba a revelar las confesiones que le contaba su esposa, la reina Sofia de Baviera, y traicionar con ello el secreto de confesión. Se considera, por tanto, patrono de los confesores y el primer mártir en serlo por no traicionar el secreto del sacramento del perdón.

Otra corriente, más historicista, sitúa a Juan Nepomuceno enfrentado al rey Wenceslao debido a la disposición de cargos eclesiásticos en varias abadías de Bohemia que, frente a la oposición imperial, el clérigo apoyó y dictaminó, siendo castigado por desobedecer al monarca a ser arrojado al río Moldova desde el Puente Carlos de la ciudad de Praga. Esta escena aparece en el segundo plano de la obra que nos ocupa. Sea como fuere, el santo fue arrojado a las aguas por orden imperial, siendo su cuerpo encontrado posteriormente y enterrado en la catedral de la ciudad, venerándolo prácticamente desde el momento como figura santa.

El santo viste como un cánonigo, con sotana, roquete, bonete (que aquí aparece a los pies, en señal de humildad) y sobrepelliz de armiño o carmesí, símbolo de pureza y sacrificio. Normalmente sostiene un crucifijo o una palma, sinónimo del martirio cristiano, y el su interacción con el crucificado se presenta en actitud contemplativa y reflexiva, de fe y devoción. La aparición del puente y las construcciones traseras no son casuales, pues, como podemos suponer. Hacen referencia al martirio en la ciudad checa y, a su vez, al patronato del santo sobre los ingenieros y constructores. El santo es también patrón de la Infantería de Marina española.

Es llamativa la aureola del santo, tocada con cinco estrellas, que aluden a la tradición de las cinco estrellas que alumbraban especialmente la noche de Praga cuando fue arrojado desde el puente a las aguas del río. La representación iconográfica y el estilo de esta pieza sigue, aunque en un estilo más popular, la corriente de las representaciones hagiográficas de los santos en los que, a modo de ilustraciones se muestran escenas clave en la vida del santo o santa representados.

Estado de conservación:

El lienzo se encontraba bastante deteriorado, tanto a nivel estructural como pictórico, dotando al conjunto de una apariencia que no consigue cumplir la correcta lectura de la pieza y, por tanto, le impedía cumplir su correcta función como obra destinada al culto religioso. A nivel de soporte, encontramos varios rasgados y roturas, algunos de ellos intentados solucionar mediante la adhesión de parches poco académicos, de papel y tela, que estaban deteriorados. Afectaban al soporte creando tensiones adicionales al no encontrarse bien adheridos. Los laterales, debido a los movimientos termo-higrométricos del lienzo, aparecían alterados y destensados, perdiendo la estabilidad y la función de sujetar el lienzo al bastidor.

Se observaba una gran destensión general en toda la superficie. Sin embargo, no se existían abolsamientos ni deformaciones extremas, pero sí cazoletas y ciertas zonas con riesgo de desprendimiento. Por el anverso eran especialmente destacables los faltantes de soporte antes comentados, que creaban lagunas en el estrato pictórico. Eran apreciables en mayor grado en las zonas perimetrales y en la parte central, coincidiendo con el travesaño trasero que reforzaba el bastidor. El roce y la erosión con el lienzo por el reverso creaba, por tanto, dichos faltantes en la parte frontal.

Se observaba una gran destensión general en toda la superficie. Sin embargo, no se existían abolsamientos ni deformaciones extremas, pero sí cazoletas y ciertas zonas con riesgo de desprendimiento. Por el anverso eran especialmente destacables los faltantes de soporte antes comentados, que creaban lagunas en el estrato pictórico. Eran apreciables en mayor grado en las zonas perimetrales y en la parte central, coincidiendo con el travesaño trasero que reforzaba el bastidor. El roce y la erosión con el lienzo por el reverso creaba, por tanto, dichos faltantes en la parte frontal.

Propuesta de intervención:

Como intervención, se realizaron los siguientes procedimientos conservativos y restaurativos para devolverle estabilidad y restituir la apariencia de la pieza.

- Limpieza superficial mecánica y desmontaje del marco.

- Protección del estrato pictórico mediante cola orgánica y papel japonés.

- Desmontaje del bastidor. Saneado trasero y eliminación de parches.

- Devolución de la planitud al lienzo mediante aplicación de humedad, calor y presión controlados.

- Realización de sujeciones puntuales de los rotos y desgarros.

- Planteamiento de un entelado completo del reverso, utilizando tela de lino crudo y como adhesivo la gacha. Posterior planchado y secado bajo calor y presión controlados.

- Montaje y tensado en nuevo bastidor, ante la debilidad estructural del antiguo.

- Retirada de la protección por el anverso.

- Limpieza físico-química de la obra, previo test de solubilidad y disolventes. Finalmente, se utilizó la mezcla de acetona y etanol al 50%, siguiendo el test de limpieza creado por Cremonesi.

- Barnizado intermedio de la pieza para proteger los estratos originales.

- Estucado de lagunas.

- Enrasado y texturización de lagunas, para imitar las grietas propias del estrato.

- Reintegración cromática con colores al agua y posteriores colores al barniz.

- Limpieza del marco, estucado de lagunas y reintegración del dorado.

- Barnizado final.

Con la limpieza, y a modo de curiosidad, ha quedado más visible, en la parte inferior izquierda, la firma del posible autor, que antes quedaba prácticamente oculta con la suciedad y oscurecimiento de los estratos de barniz. Aparentemente, se observa que dice “AN YNFANTE PINXIE”, que podría deducirse como Juan Ynfante pintó. No se puede asegurar completamente ya que parte de las letras se han perdido al desprenderse varios estratos y, por tanto, no puede afirmarse del todo su autoría.










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