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Jueves pastoreños. La Realeza Universal de María, bandera de gloria de nuestra Hermandad (y II). Francisco Javier Segura Márquez


Todo el mes se vivió en la efusión de los preparativos. El día 3 de Noviembre, mientras toda la Iglesia seguía celebrando la Proclamación Dogmática de la Asunción de Nuestra Señora, el Canónigo Sebastián y Bandarán notificó, por telegrama, que hoy se expone en las dependencias de la Corporación, una singular noticia: “Roma… El Santo Padre Pío XII, felizmente reinante, se ha dignado, en audiencia especial que nos ha concedido hoy, accediendo a mis súplicas, conceder muy efusiva bendición a la Bandera del Primitivo Rebaño de la Divina Pastora, primera tremolada en el Orbe, en defensa del Misterio de la Asunción”, lo que sin duda enardeció los ánimos de la Junta de Gobierno ante tan grande logro de su Consultor Canónico.

 

El día 18 de Noviembre comenzó la Solemne Novena, predicada por importantes panegiristas capuchinos (Esteban de Puente Genil, Sebastián de Villaviciosa, Claudio de Trigueros, Rafael de Úbeda y el celebérrimo Juan Bautista de Ardales) para culminar el día 26, en el cual, con Solemne Función, se llevó a cabo, siguiendo la propuesta del Canónigo don José Sebastián y Bandarán, la Proclamación del Voto de la Realeza en la Iglesia de San Martín, Sede provisional de la Corporación tras el incendio de Santa Marina. 

Presidió la Función el Padre Provincial, Fray Buenaventura de Cogollos-Vega, capuchino ilustre, compositor que dirigía la capilla de voces de los estudiantes de teología de la Provincia Bética, que acompañaron la celebración. Muy probablemente aquel día, en honor de la Divina Pastora de Santa Marina, se estrenó el himno, compuesto por él, cuya letra toma por estribillo “Salve, María, Reina y Señora, dulce Pastora del Pecador” y que es considerado el himno oficial de la Hermandad, pues sus partituras originales se encuentran en el archivo de la misma, por lo que se interpreta en las ocasiones más solemnes. 

El Voto, leído desde el púlpito por Bandarán, que había escrito la fórmula propia del mismo, fue secundado con la presencia de diferentes Corporaciones religiosas sevillanas.

 

Refrendar on el Voto las Hermandades de la Sagrada Mortaja, la Sagrada Lanzada y la Divina Enfermera (vecina antigua la primera, y vecinas contemporáneas las otras dos), Montesión, El Valle y El Silencio (muy vinculadas a la nuestra), la Divina Pastora de Cantillana, la Macarena, el Calvario y la Congregación de los Luises. 

La Imagen de la Divina Pastora, nuestra Titular, aparecía entronizada en un Altar efímero instalado con elementos argénteos, cedidos en su mayoría por la Hermandad de la Hiniesta, ante el Retablo Mayor de San Martín, presidió tal efusión de fervor por parte de sus hijos. 

La Santa Sede renovó su confianza y apoyo remitiendo un nuevo telegrama en respuesta de la petición que le había hecho Sebastián y Bandarán para que reconociera como gesto loable la Proclamación del Voto de la Realeza. Con estas palabras respondió el Santo Padre: “Augusto Pontífice, agradecido devoto homenaje Primitiva Hermandad Divina Pastora de Santa Marina, paternalmente bendice”. 

Otras Hermandades secundaron el Voto de 1950, ya por iniciativa propia, en presencia incluso del Cardenal Bueno Monreal, que arribó a Sevilla después del 27 de Octubre de 1954, cuando Pío XII acababa de promulgar la encíclica “Ad Caeli Reginam” mencionada en esta misma reseña. 

Esta Primitiva Hermandad, que renovó su Voto en el año 2000 dejando constancia de su primacía colocando sendas lápidas de mármol en la Iglesia de San Martín y en la Capilla del Hospital de San Bernardo, se siente unida a todas esas posteriores declaraciones a favor de la Realeza Universal de Nuestra Señora, que aun no habiendo sido proclamada Dogma se la considera verdad preciosa del Depósito de la Fe a través del Magisterio de los Padres de la Iglesia y los Obispos. 

Cada año, en nuestro cortejo procesional, la Bandera de la Realeza, bordada en oro y sedas por Fidelia Tercero Valero aprovechando piezas y ornamentos antiguos, entre ellas una Divina Pastora bordada en sedas, donada por nuestro hermano Juan Martínez Alcalde (q.e.p.d.) recuerda este Solemne Voto. 

Con Pío XII repetimos: “Gloríense todos los cristianos de estar sometidos al imperio de la Virgen Madre de Dios”.










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