Black Friday, Bella Ciao. Antonio Sánchez Carrasco
Y se levantaron las nubes
Y quebraron los recuerdos
De aquellos que en el incienso
Vieron más que el humo que sube.
Pulsé el fin de semana con la avidez del que busca algo nunca visto.
Se inició con los que hacían paralelismos en redes entre otra tradición adoptada y el ruán y los que echaban en cara la poca originalidad de los que hacían eso en redes. Total se repetía el bucle melancólico de otros años. El viernes se presentó en el paraninfo un libro donde se reúne en estampas lo que fue la religiosidad popular en los peores momentos de la pandemia. Esa que cuando parece que va acabando sigue desglosando el alfabeto griego. Citar la idea de un tipo todo corazón como es Pedro Aranda y a Pablo Borrallo, que puso en pie aquello que imaginaba el otro picapiedra sacro (por aquello de Pedro y Pablo) para darle forma a ese libro cuyos beneficios van directos a Caritas. Muchos nombres acompañaron a mis dos amigos, aunque permítanme por favor que cite a mi esposa Lola que se incorporó a esa coral de cámaras y la ilusión que me hizo ver escrito su nombre entre los autores.
El sábado los que se asombraban de ver un Cristo bajo luces navideñas, ya les digo yo que no es la primera vez. Y como el Cristo de la Salud llegó adonde se inició su devoción, en una estampa irrepetible. Luego estarían los que discutirían si la Virgen de la Antigua que esperaba al Señor era la contemporánea del Cristo o es la que se encuentra en la iglesia de Santiago. Como siempre mirando los detalles y no mirando el hecho, que era lo importante.
Pero me van a permitir que les cuente una historia menos conocida. Se celebraba el día de la Medalla Milagrosa. Y la Asociación de Amor y Bondad de Sevilla Este, hizo una Veneración a una imagen que tienen de dicha advocación en su oratorio. Una asociación rindiendo culto a una imagen que en ese estado de secularización que vivimos fue apartada de su ubicación en un colegio, seguro que muchos no hubieran ido de buena fe como yo fui, quizás es que yo recuerdo a imágenes que ahora van a la Campana en oratorios improvisados pero claro eso es otra historia. Y de postre Bella Ciao, aquella canción con la que los partisanos italianos se animaban antes de partir a combatir contra los nazis. Era su manera de luchar contra el fascismo. Y si consideramos fascismo a la doctrina del pensamiento único, en los tiempos que corren de "o piensas como yo o estas equivocado " no se me ocurre mejor adaptación para un pasacalles de la banda de las Cigarreras. Además de siempre se han versionado temas de actualidad en el paso ordinario y lo digo por experiencia no porque me lo han contado, yo llegue a tocar la lambada con la Redención que para quien no lo sepa es un baile muy agarrao de los 90. De todas maneras puestos a buscar polémicas ya sabemos que en esta ciudad y en el mundo de las Cofradías somos unos fuera de serie. Queden con Dios y abríguense.
#LosLunesalSol
Fotos: Antonio Sánchez Carrasco/Juan Alberto García Acevedo.