La Exaltación de la Eucaristía de Herrera el Viejo ya se encuentra en su ubicación original en San Vicente
Arte Sacro. Esta mañana ha sido presentada la obra La Exaltación de la Eucaristía de Francisco de Herrera el Viejo que se encuentra en su ubicación original, sobre el interior de la puerta de acceso a la capilla sacramental de la parroquia de San Vicente, instalados e iluminados convenientemente a una altura de 9 metros del suelo.
En el acto han estado presentes el Hermano Mayor de las Siete Palabras, Antonio Escudero Galván, el párroco de San Vicente, Carlos Coloma Ruíz, el restaurador de la obra, Pedro Manzano, el Conservador Museo Bellas Artes de Sevilla, Ignacio Cano Rivero, el doctor en Historia del Arte y asesor artístico de la hermandad Andrés Luque Teruel, y los mecenas de los trabajos realizados, Roberto Domínguez, presidente del banco BST y Joaquín Egea, del Colegio Buen Pastor de Sevilla.
Las tres obras que lo componen son propiedad de la Archicofradía Sacramental de las Siete Palabras formando un conjunto que conforma un semicírculo de arco rebajado, con un cuadro central en el que se representa una alegoría sobre el Santísimo titulado “Exaltación de la Eucaristía”, de 2 m. x 2 m., obra fechada y firmada por Francisco de Herrera el Viejo en 1641 y otros dos lienzos de forma triangular que rematan a izquierda y derecha el arco descrito anteriormente y que representan a Jesús como el Buen Pastor, obras anónimas de mediados del siglo XVIII y de dimensiones de 1,80 m x 1,25 m. Según los datos que obran en el archivo histórico de la Hermandad, durante las obras de remodelación que se realizan en la capilla y que finalizan en 1782, se colocan dichos lienzos.
Estas obras fueron acabadas de restaurar en mayo de 2021 bajo la dirección del restaurador Pedro Manzano Beltrán y su equipo multidisciplinar y su intervención ha sido posible gracias a la financiación de Roberto Domínguez, presidente del banco BST y del Colegio Buen Pastor de Sevilla representado por Joaquín Egea, dos personas muy allegadas a la Corporación del Miércoles Santo, que aportaron los fondos necesarios para su restauración.
Dada la importancia de la obra, el Museo de Bellas Artes de Sevilla tuvo expuesto el lienzo de la “Exaltación de la Eucaristía” de Francisco de Herrera el Viejo en una sala como obra invitada, del 21 de junio al 19 de septiembre de ese mismo año.
Posteriormente en una de las salas expositivas del Círculo Mercantil e industrial de Sevilla, se tuvo la oportunidad de admirar el conjunto completo de los lienzos restaurados, el central de “Exaltación de la Eucaristía” y los dos lunetos dedicados a Jesús como el Buen Pastor, de mediados del siglo XVIII, colocados de la misma forma en que están en su lugar original.
"La Exaltación de la Eucaristía” de Francisco de Herrera el Viejo
Con motivo de la ratificación de la Eucaristía como Sacramento durante el Concilio de Trento (1545- 1563) se exaltó y defendió el dogma de la transubstanciación, es decir, la presencia real de Cristo en la Eucaristía en el pan y el vino consagrados que son su cuerpo y sangre. Esto favoreció la creación y el desarrollo de las cofradías sacramentales y con ello el fomento de las representaciones artísticas en torno a este tema.
Buen ejemplo de ello es esta pintura que se desarrolla en un plano celestial centrado por la custodia que veneran toda una corte de querubines y serafines dispuestos en círculos concéntricos y flanqueados por ángeles mancebos. En el ostensorio convergen las embelesadas miradas de todos ellos que se acompañan con gestos de adoración excepto la del ángel situado en el centro de la base que se dirige al espectador, recurso de frecuente utilización en la época. Una luz cálida que se irradia desde lo más alto inunda la composición. La luminosidad va graduándose a medida que desciende y va definiendo a su vez las formas, perfilando las figuras juveniles de los laterales mientras que en el registro superior las cabezas infantiles están apenas esbozadas.
La obra está firmada por Francisco de Herrera el Viejo en 1641 aunque debido a su deficiente estado de conservación y a lo complicado del lugar en que se encontraba, encima del arco de la puerta de la Capilla Sacramental de la iglesia de San Vicente de Sevilla, se llegó a atribuir a su hijo.
El formato de la obra, levemente arqueada en la zona superior, lleva a pensar que se realizó para ser instalada en la arquitectura de la capilla, si bien una adición de dos lienzos laterales de mediados del XVIII permiten pensar en alguna reforma que afectó a su emplazamiento original.
Su reciente restauración nos permite contemplarla de cerca en toda su riqueza cromática, presente en los malvas, amarillos y rojos de los ropajes, antes de su vuelta a su emplazamiento original tras su exposición en el Museo.
La Hermandad Sacramental de San Vicente
La Hermandad Sacramental de San Vicente se estima que fue fundada por Doña Teresa Enríquez en 1511, siendo por tanto una de las primeras, si no la primera hermandad de tal carácter fundada en la ciudad, ya que ninguna puede documentar la fecha de su creación. Su primera regla se elaboró en 1535. La hermandad desarrolló desde sus inicios una gran actividad, recibiendo importantes legados testamentarios de hermanos y feligreses, como manifiesta su rico patrimonio pictórico.
En su historia fue una constante dignificar el lugar en el que residía la Eucaristía dentro de la parroquia, que en sus comienzos era un lugar indeterminado a los pies del templo. Pronto utilizó la capilla de la familia Sancho y Bravo de Laguna, que la había abandonado por marchar a América en 1590. La actual capilla sacramental data al menos de 1750. Las obras de renovación culminaron en 1782, inaugurándose una de las capillas sacramentales de mayor tamaño de toda Sevilla y la que en proporción al templo donde se ubica alcanza más extensión.
Es de esos años cuando se tiene noticia por vez primera del cuadro de Herrera el Viejo como parte de la decoración de la capilla. La Hermandad Sacramental como corporación independiente se prolongó hasta 1794, en que se fusionó con la de las Ánimas Benditas del Purgatorio para hacerlo más tarde con la Hermandad de las Siete Palabras.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.
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