Las sandalias del nazareno. Antonio Sánchez Carrasco

Termina la Semana de la Velá de la Señá Santa Ana y nos quedamos con el regusto de que ya hemos vuelto de casi todo a falta del 15 de Agosto.

Pasaba el día de Santa Ana por el puente de Isabel II, cuando se despertaba la calle Betis para su último día festivo, para suerte de algunos trianeros que se van a Alcosa para poder dormir. Siempre pensé en que la historia de los hechos debía de ser estudiada para saber de dónde venían, los nombres, los edificios,  las fiestas....y fue algo que siempre me sedujo.

Así que llegó un día en el que quise enterarme porque los trianeros en las fechas cercanas a Santa Ana celebraban una Velá. Y buscando me llegó la información... Se sabe y se conoce como el Santo Rey Fernando se curó de un mal, algunos hablan de facial, otros de ocular, tras pedírselo a la Virgen. Como agradecimiento  se decidió a construir un templo a su Madre, Santa Ana. Se sabe desde el siglo XIII que los sevillanos y sobre todo los de este margen del río peregrinaban en romería los más lejanos y se acercaban los más cercanos hasta la iglesia de Santa Ana los días previos a su festividad. Y como buena romería no faltaban viandas y bailes. Al parecer este es el viaje en la historia de una fiesta que se encuadra en la Sevilla medieval y que sólo tuvo el paréntesis de 1931(la República), la Guerra Civil y unos años después de la contienda. Una fiesta de Sevilla, de Triana, que tiene nombre de Santa de la Iglesia Católica y que enhiesta en lo más alto de ella se encontraba  la bandera de una España republicana que entre sus ideales tiene ir más allá de lo que dicta el artículo 16 de la Constitución, aquel que habla sobre la confesionalidad del estado. La situación me recordó a aquel nazareno sobre el que escribiera Antonio Núñez de Herrera  en los años 30 que envolvía sus alpargatas en el periódico el socialista. Algo donde se cruza la festividad religiosa defendida por quien en teoría es menos religioso, en esas paradojas que se dan en esta tierra. Por eso, bien, por quien puso esa bandera para demostrar que nuestras tradiciones se defienden hasta desde quien no esperas que las defienda.

Un año más Sevilla y Triana celebraron y dijeron al mundo que la Señá Santa Ana sigue estando viva en nuestro ADN. Y más un año como este que hasta el Hijo de San Fernando, celebra su VIII centenario,  con mapping y todo, aquel Rey que escribió las Cantigas a Santa María Virgen y que posiblemente salvara la Giralda, seguimos adelante, parece con algo menos de calor, eso sí con la guasa intacta. Tengan cuidado ahí afuera.

#LosLunesAlSol

Foto: Antonio Sánchez Carrasco.