Sevilla Información. El Aljarafe ha recibido desde 2004 más de 55 millones de inversión en políticas activas de empleo

Sevilla Información. La Consejería de Empleo ha invertido en los tres últimos años más de 55 millones de euros en políticas activas de empleo en la Mancomunidad del Aljarafe, que agrupa a 31 municipios sevillanos con más de 19.400 desempleados. Así lo destacó el consejero de Empleo, Antonio Fernández, en su visita a la zona, donde presidió el Consejo Rector del Consorcio de Unidades Territoriales de Empleo y Desarrollo Local (UTEDLTs) del Aljarafe, encargado del fomento de proyectos locales.

Entre estas iniciativas de ámbito local destacan las de 30 trabajadores a los que el consejero entregó los diplomas, y que se han constituido como autónomos a través de la mediación del Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Estos autónomos, que han recibido este año una subvención total de más de 117.000 euros, trabajarán fundamentalmente en los sectores audiovisual, industrial y de nuevas tecnologías, así como en nuevos yacimientos de empleo como el comercio. En los dos últimos años, ha concedido 1,7 millones de euros en ayudas al autoempleo, lo que ha beneficiado a un total de 410 trabajadores autónomos.

Junto al fomento del autoempleo, la Consejería ha puesto en marcha en la mancomunidad iniciativas como los proyectos de escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficio, centrados en la formación e inserción laboral de los desempleados. Entre 2004 y 2005 se han concedido en la zona hasta 24 proyectos de este tipo, en los que participan 793 desempleados, con una subvención de más de 16 millones de euros.

En total, Empleo invirtió en la primera mitad de la legislatura en el Aljarafe más de 40,9 millones de euros en políticas activas, entre las que destacan las escuelas taller, los Centros Especiales de Empleo, los incentivos al empleo de calidad, las ayudas a las empresas en I+ D, la formación o los proyectos de Interés General y Social, entre otros. En esta inversión también se incluyen las actuaciones contempladas dentro del Plan de Modernización del SAE, dentro del cual se realizaron obras en seis oficinas de la zona y se instaló un cajero de autogestión en Mairena del Aljarafe, que servirá para que los desempleados puedan realizar distintas gestiones con sólo el reconocimiento de la huella digital, lo que reducirá los costes de desplazamiento para la ciudadanía.

A ello se suman los más de 14 millones de euros que se prevé invertir este año en la mancomunidad, y que incluyen, entre otras actuaciones, la realización de 125 cursos de Formación Profesional Ocupacional (en los que participan 1.875 alumnos); 14 proyectos de escuelas taller (pendientes de resolución); o la continuación de la modernización de las oficinas del SAE.

Escuela taller

Tras la entrega de diplomas, el consejero visitó en Umbrete la escuela taller 'Torda y Alazana', donde un total de 40 desempleados, menores de 25 años, se están formando en los oficios de guarnicionería, cuidador de caballos, auxiliar de terapias ecuestre y auxiliar de turismo ecuestre.

El proyecto, que se inició en 2005 y que durará hasta 2007, cuenta con una subvención de 912.180 euros, y tiene como objetivo la recuperación de estos oficios artesanales y la potenciación del turismo ecuestre en la zona. De este modo, la escuela taller sentará las bases de un futuro Centro de Actividades Ecuestres permanente en Umbrete.

Asimismo, los alumnos llevarán a cabo sesiones de terapias ecuestres para la rehabilitación, reeducación y socialización de personas con discapacidad psíquica, física, sensorial o social.

Las escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficio son proyectos de carácter temporal en el que se alternan la formación con el trabajo productivo, y permiten la profesionalización de los participantes, mayores de 25 años en el caso de los talleres de empleo y menores de 25 en los otros dos programas. Se trata de programas mixtos de empleo y formación que tienen como fin la ocupabilidad de personas que tengan especiales dificultades para insertarse en el mercado de trabajo, como los jóvenes, los parados de larga duración, las mujeres o los colectivos con discapacidad. Los participantes de estos proyectos adquieren la formación profesional y la práctica laboral necesaria a través de un contrato, realizando obras y servicios de utilidad pública o interés social.