Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • jueves, 25 de abril de 2024
  • faltan 353 días para el Domingo de Ramos

Madrugá de un Miércoles que también fue santo (A la familia Reinoso Barba). Francisco Santiago


Varias casualidades han hecho esta semana mella en mi familia, pero sobre todo en la familia Reinoso, Santiago y Barba. Primero Manuel Reinoso, pareja nombrada del Gran Poder, nos dejaba en el año 2000, para seguir acariciando el piano junto a su devoción de San Lorenzo. 

Posteriormente vuestra lucha contra las inclemencias del cuerpo, ese cuerpo que supo superar la quimioterapia, pero no superó al azar. Y este miércoles 31 de enero, con antojo temporal de Viernes Santo, enterrábamos a su hijo, Manuel Reinoso Barba, cuyo problema principal era, además de tener 38 años, ser “buena gente” y doblemente familia por parte de padre y madre.

Cumplía este abril su XXIV estación penitencial junto a sus titulares de La Lanzada y quiso dejarnos en la madrugá, más o menos a la hora en que su padre comenzaba la estación de penitencia. 

Mientras sonaba en las ondas el programa "Cruz de Guía", los médicos interrumpían su escucha para avisarnos del posible fatal desenlace que, cual premonición, se hizo realidad.

Manolo, te has marchado en la Madrugá, a la hora del Gran Poder, con cielo de Viernes Santo y enterrado en Miércoles, tu día de salida en la Semana de Pasión y el cumpleaños de mi madre… Muchas coincidencias para no recordarlo....

Eso sí, hay quien dice que mientras aún recogían los hermanos del Sol tras la presentación de sus actos del 75 aniversario de sus orígenes, se escuchaba un eco en la noche con sonidos de pasión… Era tu padre al piano entonando “Amargura”, con ese melancólico y a la vez divino son que solía interpretar para públicos selectos, tan solo para actos benéficos y en su casa del Barrio del Plantinar.

Pero esta vez el piano no estaba solo, los violines angelicales acompañaron a Manuel, para recibir, en la casa de Dios a su hijo y, así ambos, ver juntos la Semana Santa 2007, veinticinco años en San Martín, Toda una vida en San Lorenzo, dos personas que, como ya he comentado, cometieron el pecado de ser queridos y recordados desde siempre y hasta siempre…

No recordaba como era el verbo "llorar", lo liviano que resultaba y la tranquilidad corporal que nos queda tras ejercer este beneficio corporal. Gracias Manolo, hasta para tu despedida has dejado sentimientos buenos, a pesar del inmenso dolor.

Os echamos de menos y no sabéis como….










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.