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Manuel Román. "La Semana Santa no necesita un centro de interpretación". Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla


Parece que 2006 ha sido su anus horribilis. En marzo, en plena cuaresma, amagó con dimitir a cuenta de la polémica del Resucitado. En octubre, la Crisis del Pregón le hizo aludir de nuevo a una posible marcha.

-Una vez que ha pasado, todo se ve con más naturalidad. En el caso del Resucitado se informó a los hermanos mayores. Y en el de la designación del pregonero, cada consejero actuó con libertad Las consecuencias que se produjeron, en cuanto a las filtraciones, sí me produjeron una sensación bastante fuerte y es verdad que me hicieron pensar muchas cosas, pero al final todo se relativiza. Lo que hay que hacer es tirar para adelante y ya está.

-Dice el cardenal que la cuaresma es un tiempo de riesgo.

-Creo que sí. En tiempos de riesgo hay que prevenir y no provocar. En cuaresma afloran ciertos temas. A veces se afrontan con soluciones acertadas; otras veces hay crispaciones en el camino.

-Usted declaró el Miércoles de Ceniza de 2006 que la Semana Santa estaba "saturada". Un año después promueve la incorporación de dos cofradías más.

-Yo lo dije en otro sentido. La saturación no es por el número de personas, sino de acontecimientos de las hermandades. Ahora creo que, más que saturada, la Semana Santa está sobredimensionada. Nuestras hermandades tienen una dimensión que no es real. No sé si influyen las actitudes de los dirigentes o la de los medios. No lo sé, pero veo noticias que sobredimensionan la Semana Santa. En cuanto a las nuevas hermandades, veo una Semana Santa bastante completa, pero hay cofradías tan próximas a la Catedral que nos hacen pensar en esa incorporación. La Semana Santa tiene su medida y dentro de ella creemos que aún hay sitio para una, dos o tres cofradías. En el Consejo nunca nos han gustado cofradías en la calle el Viernes de Dolores o el Sábado de Pasión. Siempre que haya posibilidades, consideramos interesante mantener ese modelo de Semana Santa que empieza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección. Evidentemente, hay hermandades muy lejos de la Catedral que salen por sus barrios. A estas corporaciones hay que potenciarlas en sus barrios.

-El Ayuntamiento promueve un Centro de Interpretación con un presupuesto millonario. ¿Es necesario o recomendable?

-La Semana Santa no necesita un centro de interpretación. Ahora bien, el Ayuntamiento lo promueve como Centro de Estudio y Documentación y ha invitado al Consejo a que participe en el patronato. Entiendo que el Consejo debe aceptar, fundamentalmente por la cuestión más importante, que es la de velar por los contenidos. Es difícil interpretar la Semana Santa de un sevillano. Decir que son sensaciones, expresiones o sentimientos es quedarse corto. Nuestra Semana Santa, si es lo que es, es porque ha existido una vinculación con la imagen sagrada y con la fe. Intentar justificar nuestra existencia en función de movimientos culturales es un error, sería algo nefasto.

-El cardenal dice que Burgos daría un pregón magnífico.

-Yo también lo digo.

-Ha sido fuerte oírle decir que en la mesa de la elección del pregonero ha habido traidores.

-La traición la entiendo por el comportamiento a la hora de filtrar una votación que debe ser secreta. Así ha sido siempre. En el Consejo se actúa con libertad. Nunca ha habido problemas hasta ahora, que se ha producido una filtración donde, efectivamente, veo una traición.

-¿Es complicado relacionarse con un pregonero al que se sabe que tres de los cuatro cargos principales no le han votado?

-No, porque otros años a lo mejor he pensado en un pregonero que no ha salido. Hay que aceptar la mayoría. Nosotros estamos encantados con que Enrique Esquivias sea el pregonero. Lo aceptamos, lo apoyamos y estamos con él hasta el final.

-¿Cómo valora que un candidato a la Alcaldía, como el del PP, Juan Ignacio Zoido, apueste tan claramente por las cofradías? Está visitando más sedes de hermandades que un pregonero.

-Pues no lo sabía. Conmigo charló antes del verano. A lo mejor intenta conocer más este mundo por su falta de experiencia en las cofradías. No lo sé. Yo me quedó con una frase reciente del cardenal: "Acérquense todos a nosotros que yo sé perfectamente cuál es mi camino". Todo lo que se acerque a nuestras hermandades es positivo, siempre que tengamos claro nuestro objetivo. El problema es cuando dejamos deslumbrar por situaciones o actuaciones y nos desviamos.

-¿Está a favor, en contra o le son indiferentes las costaleras?

-Indiferente. Si un capataz acepta a una costalera al entender que físicamente responde a las necesidades del paso, pues bienvenida sea. Comprendo que es una situación novedosa, pero todos tenemos que acostumbrarnos.

-Parece que las cofradías no participan mucho de la vigente Asamblea de Laicos.

-Las hermandades suponen un 13 por ciento de los participantes. No es mucho. Sí veo que hay interés de las hermandades que se han apuntado. Hay que quedarse con lo positivo. Lo peor hubiera sido la indiferencia, que no la hay. Esto responde a la realidad de lo que son las hermandades. No podemos sorprendernos ahora de esa participación cuando sabemos lo que hay en nuestras hermandades, donde el cien por cien no responde a una única forma de pensar. Las cofradías tenemos mucho que aprender de otros movimientos que hay en la Iglesia. No podemos pensar que nuestras hermandades son el eje de la Iglesia Diocesana, pero también sería un error dejar a nuestras hermandades al margen de las decisiones de la Diócesis.

-¿Qué opina cuando oye que el nivel del colectivo de los hermanos mayores es muy bajo?

-Es una frase que se repite en muchas ocasiones. No analizo cómo es el nivel de los hermanos mayores. El nivel es el que es, el que deciden los hermanos de cada hermandad. Veo personas perfectamente capacitadas para cumplir sus objetivos y con interés por implicarse en temas de formación y de acción social.

-Con seis años ya en el cargo, dígame cuáles son verdaderamente las cargas de ser presidente.

-Hay que racionalizar las representaciones. No es lógico que después de una semana de trabajo y dedicación a nuestras hermandades, tengamos la obligación de seguir yendo a los cultos de otras hermandades. No es lógico. En muchos casos hay más representantes de otras hermandades que de hermanos de la cofradía que convoca.

-¿Dejaremos de ver cofradías entrando en sus templos a horas más propias de botellonas ?

-Pues parece ser que sí. Los hermanos mayores están concienciados de que las cofradías tienen que entrar más temprano. También aquí hay que hacer una tarea de racionalización. Hay que mirar por los nazarenos y no darles esos tutes.

-¿Qué tipo de alcalde desearía tras las elecciones ?

-Es fundamental que el alcalde tenga sensibilidad. Un alcalde debe tener la ciudad en sus manos, estar permanentemente mirándola para saber lo que necesita en cada momento. Para eso hace falta una dosis de sensibilidad, de amor hacia la ciudad y un deseo permanente de superación. Así me gustaría que fuera mi alcalde.

-¿Está tranquilo con las obras, en guardia o muerto de miedo?

-(risas) Estoy tranquilo. El Ayuntamiento nos ha asegurado que no habrá ningún tipo de problema.










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