Texto de la presentación de Gonzalo Crespo al Pregonero de la Semana Santa de Sevilla

Arte Sacro. Como no podía ser de otra forma, desde esta web les ofrecemos la presentación que hizo el Delegado de Fiestas Mayores, Gonzalo Crespo, al pregonero de la Semana santa de Sevilla, Enrique Esquivias de la Cruz, en el Teatro de la Maestranza el Domingo 25 de marzo. Por cierto, esta ha sido su última presentación del Pregón en este cargo. Gracias amigo Gonzalo por estos años que nos has acompañado y que, al menos desde Arte sacro, te agradecemos de corazón.

Eminentísimo y Reverendísimo Sr. Cardenal-Arzobispo de Sevilla, Excmo. Sr. Alcalde, Sr. Presidente del Consejo de Cofradías, Excelentísimas e Ilustrísimas Autoridades, Pregonero, Cofrades de Sevilla, Señoras y Señores...

Sevilla empieza a transfigurarse en estos días de vísperas. La ciudad entera empieza a presentir los momentos que se vivirán en las próximas jornadas y que configuran un cuadro de todo punto inexplicable de fe, de devoción popular, de tradición y de cultura que nosotros, los sevillanos y las sevillanas entendemos perfectamente, pero que engloba matices y aspectos tan diversos que es muy difícil de comprender por las gentes que nos visitan.

Sevilla, es el corazón de Andalucía. Sevilla se decantó hace ya mucho tiempo por formas semana-santeras genuinas de la Bética, en contraposición a otros modos de vivir y representar la Pasión, que reflejan el carácter y la manera de ser de otros pueblos de España y del mundo. Porque en Semana Santa hay dos mundos: Sevilla y el resto.

Sevilla es el escenario perfecto para desarrollar el misterio de la pasión de Cristo, tal como nosotros la entendemos, pero este escenario espléndido, del que hemos disfrutado durante siglos, no sería suficiente sino tuviéramos lo más importante: el pueblo de Sevilla. 

Pero Sevilla, además de componer un cuadro deslumbrante que obedece a una estética singular y que se refleja en cada calle, en cada esquina, en cada rincón y en cada piedra de nuestro entorno urbano, es una ciudad viva, ósmosis y crisol de culturas milenarias, que nunca renunciará a sus tradiciones y a su pasado, pero que mira con esperanza el porvenir, porque sabe como nadie que cambiar las cosas no significa perderlas, sino construirlas con mayor solidez para que puedan seguir creciendo.

Ya se presiente la Semana Santa. Sevilla entera se dispone a vivirla y en el preámbulo de la gran representación se produce una extraña mezcla de dolor y gozo, de alegría y de pena, de vida y muerte que impresiona y sobrecoge al forastero.

Nuestra Semana Mayor tiene connotaciones diversas a lo largo de todo su recorrido que rompen por completo la uniformidad. Cada día es distinto al anterior y preámbulo del siguiente. Es una sucesión ininterumpida de color y aromas diferentes, que enmarcan cada uno de ellos a las distintas Hermandades y Cofradías.

La hermosura de Sevilla, que se exalta en estos días, tiene en su más honda percepción un latido permanente: me refiero a las Hermandades de Sevilla. Las Hermandades y Cofradías de Sevilla son corporaciones de fieles que atienden fundamentalmente al culto de sus imágenes titulares y a extender y expandir la fe y la devoción popular en su entorno más inmediato.

Pero además de eso, nuestras Hermandades representan una de las principales estructuras asociativas y de convivencia vecinal de la ciudad. Efectivamente, las Hermandades y Cofradías no son el momento de emociones de cualquier día de la Semana Santa, no se limitan al estreno de cada año o a la música, como algunos creen, sino que son un foco diario de atención a los más desfavorecidos y necesitados, y ahí está su auténtica grandeza, sin olvidar, además su contribución a la creación de empleo y riqueza por su aportación al mantenimiento y regeneración del patrimonio artístico de la ciudad.

Pues bien, en el seno de nuestras Cofradías ha buscado el Consejo este año, como casi siempre, al pregonero de 2007, para que desde este atril pueda abrir su corazón y entregarlo a la liturgia protocolaria y solemne del Pregón de los pregones: El Pregón de la Semana Santa de Sevilla. En esta ocasión el pregonero es, nada más y nada menos, que el Hermano Mayor de la Hermandad del Gran Poder, la Hermandad del Señor de Sevilla.

Enrique Esquivias nació en Sevilla y vivió su infancia en el barrio de Los Remedios, pero pronto sintió una atracción especial por el barrio de San Lorenzo, en el que nació su padre, el gran cofrade Enrique Esquivias Franco, al que toda la ciudad echa de menos, y en la que su abuelo ocupó el mismo cargo que hoy ostenta nuestro pregonero.

Enrique presume de haber tenido maestros en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, que son figuras de talla internacional: Manuel Clavero, Juan Antonio Carrillo Salcedo y Manuel Olivencia, del que guarda especial recuerdo. En su faceta cofrade su corazón no está dividido, ya que solo es hermano del Gran Poder, si bien tiene un especial cariño por la Hermandad de la Paz, de la que fue hermano.

En el Gran Poder ha hecho de casi todo: 13 años de costalero, miembro de la Junta de Gobierno, Diputado de la Bolsa de Caridad y desde 2004 Hermano Mayor. Sus hijos Quique y Miguel, han sido los verdaderos “secretarios”del Pregón. Papá ¿Estás hoy inspirado? ¿Te encendemos el ordenador?

En fin, los dos han empujado a Enrique con una ilusión que se debe, sin duda, a haber nacido en el seno de una familia profundamente cofrade. Enrique es serio, educado, con las ideas muy claras, correcto en su forma de hablar y de actuar.

Para los amantes de los detalles, el Pregón de la Semana Santa 2007 se ha concebido de noche, con lo que Enrique ha revivido aquellos momentos de estudiante nocturno que no encontraba nunca el momento de acostarse. Pregonero, no te deseo suerte, porque sé que no la necesitas para abrirnos tu corazón y mostrarnos tu fe, tus convicciones y tus vivencias.

Hoy estoy presentando por última vez el Pregón de la Semana Santa de Sevilla: Gracias al Alcalde por haberme nombrado Delegado de Fiestas Mayores y por su apoyo permanente, gracias al Cardenal por su aliento y sus sabios consejos, gracias al Presidente del Consejo de Hermandades, sin cuya constante colaboración no hubiese sido posible resolver muchos de los problemas que se han planteado a lo largo del mandato, gracias a mi equipo de colaboradores  por su ayuda y profesionalidad y sobre todo, gracias a vosotros  Cofrades de Sevilla por vuestro ánimo y por vuestra comprensión.

Todo honor en la tierra es efímero. Sic transit gloria mundi. Así pasa la gloria del mundo. Enrique, aúnas en tu persona dos títulos de altísimo valor: Hermano Mayor de la Hermandad del Señor de Sevilla y Pregonero de la Semana Santa. Por eso Sevilla te está esperando con impaciencia. Ya se presiente la gloria.

Tuya es la palabra, pregonero...  

Foto: Miguel Ángel Osuna