Adolfo Arenas: 'Se puede llegar o no a ser presidente del Consejo, en razón de que quiera o no permitir que una cofradía se incorpore en un determinado día y a una determinada hora. ¿A qué absurdo estamos llegando?

Arte Sacro. Adolfo Arenas Castillo, es el actual hermano mayor de la Hiniesta y candidato a  Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías.

José Luis Martínez y Francisco Santiago, responsables de este portal cofradiero han tenido el honor de ser los primeros en entrevistarle.

Hermano mayor de la Hiniesta y ¿futuro candidato a Presidente del Consejo de Cofradías?

Actualmente hermano mayor de La Hiniesta. Mi idea es que cuando termine mis funciones en la Hiniesta, pues procuraré presentarme al Consejo. Sí, soy futuro candidato.

¿Cuando termina su mandato en la Hiniesta?

En junio de 2008 después de muchos años. Tantos años que quizás me haya hecho pesado. He sido dos veces hermano mayor, he ocupado el cargo de Teniente de hermano mayor, Consiliario, miembro de la junta consultiva desde el 68/70 y este es mi octavo año de gestión junto a un equipo de mujeres y hombres magníficos que estamos haciendo posible que se produzca una gran progresión dentro de la hermandad.

¿Tiene pensado ya un candidato que le sustituya en San Julián?

Yo pienso que quizás sea una obligación no escrita dentro de las obligaciones de un hermano mayor saliente, de alguna manera favorecer en lo posible la continuación pacífica dentro de la vida de Hermandad, aplicable igualmente a cualquier otra faceta de la vida o de cualquier otra institución.

Naturalmente yo estoy trabajando con un equipo de personas para que la transición, esa es mi intención, sea quieta, pacífica y tranquila, esperando que haya una sola candidatura. Eso sería lo ideal, a veces se consigue y otras no.

Ya no pasa como antes que con decir "voy a ser hermano mayor procurando la unidad de la Hermandad, el amor de todos los hermanos y darle mayor realce a los cultos" valía. Ahora mismo las hermandades son muy adultas y han convertido esas tres columnas en mucho más. 

¿Sólo es cofrade de La Hiniesta?

No, yo soy sevillano y nací oliendo a cedro y viruta de madera. En mi casa se respiraba ruán y soy cofrade desde que nací. Por supuesto la primera La Hiniesta y luego de la Hermandad Gran Poder. También soy hermano de Los Negritos, Los Javieres, Humeros, Rosario San Julián, y las Mercedes de la Puerta Real.

¿Por qué estamos todos expectantes de una posible reunión entre usted y el actual secretario del Consejo, Joaquín de la Peña?

Hay algo todavía más curioso, pues se habla que todavía no se han reunido para comer. Y yo cuando se habla de reunirse para comer "yo me apunto siempre", porque de una comida qué difícil es que salga algo malo.

Al sevillano menester, lo único que se puede desprender, tal y como nosotros interpretamos una comida, son cosas positivas aunque no se llegue a ningún acuerdo. Porque se consolidarán afectos, simpatías, ideas, sinceridad... Siempre será útil. Aunque en el siglo XXI, la agenda nos tortura y no siempre es posible conseguirlo.

¿Pero por qué hablan de usted y Joaquín para la comida. Se confirma como futuro candidato?

Tengo entendido que Joaquín de la Peña quiere presentarse para el nuevo Consejo, lo cual creo que es absolutamente legítimo y lícito, lo mismo que mi intención; y pienso que a unos meses de las elecciones, de alguna manera vaya cada cual tomando posiciones desde el mayor respeto y consideración al grupo humano que hoy día está dirigiendo el Consejo.

Aquí no se trata de invadir el espacio de alguien, sino de formar algo que los sevillanos nos tomamos nuestro tiempo. Si Joaquín se quiere presentar y yo me quiero presentar, pues no estaría mal que ambos, si él lo estima conveniente y las agendas lo permiten, nos reunamos y charlemos.

Que hay más cosas que nos unan a que nos separen, pues creo que el camino se podría hacer juntos. Que por el contrario hay más cosas que nos separan que nos unen, pues creo que lo mejor es que cada uno tome su camino, porque no le haríamos ni a la Institución ni a las hermandades ni a nosotros mismos ningún favor y que sean las hermandades las que decidan qué, quién y cómo quieren que se gestione el futuro Consejo.

Reitero que yo no tengo ningún inconveniente en reunirme con Joaquín, siempre que esté en su intención el presentarse a presidente.

¿Tiene ya estructurado su equipo?

Habría aquí una contradicción. Si yo dijera que ese equipo existe ya, no tendría sentido la reunión antes mencionada porque nos estaríamos cerrando puertas. Porque que duda cabe que las personas tienen mucho que decir y mucho que ver en todo esto y en un determinado momento se puede defender a una idea lo mismo que se defiende a una persona.

Y puede ser que estuviéramos de acuerdo en una serie de ideas, pero no en una serie de personas, y ello podría significar una serie de roces que, desde mi punto, procuro hacerlo lo más innecesario posible.

Por supuesto que yo tengo mis ideas claras y tengo una serie de personas en mi mente que están ahí y no tendrían inconveniente en formar equipo. Porque parece que sólo se habla del presidente, pero no hay que caer en el error de que se va por el cargo. Hay que hablar del presidente o de lo que sea.

Los que estamos metidos en cuestiones de cofradías sabemos lo que pesa una vara dorada y los cargos, son cargos. En un determinado momento, desde una secretaría, tesorería, vicepresidencia, desde la presidencia o desde una diputación de cultos se pueden hacer funciones impresionantemente buenas y no hay por qué decir "es que si no voy de presidente o de hermano mayor no voy de otra cosa", hasta eso lo llevo abierto.

Y ahora mismo cualquier persona del mundo de las cofradías en un determinado momento, me dice que tiene una serie de ideas semejantes (coincidentes es muy difícil) a las nuestras, bendito y bienvenido sea.

¿Podría aplicarse lo que comentó anteriormente sobre la obligación favorecer la continuación pacífica dentro de la vida de Hermandad al Presidente del Consejo?

Yo estoy absolutamente convencido, porque conozco al actual presidente, magnífica persona y magnífico caballero, Manuel Román, de que la idea que tiene es de una única candidatura  y que exista una preparación de un futuro procesal que él termina y, aunque queden una serie de meses, lo que no querrá, lógicamente, es que se forme una "cacharrería" a su alrededor.

Pero, desde el punto de vista de las expectativas, también considero absolutamente legítimo que aquellas personas que de alguna manera vamos o pretendemos formar un nuevo equipo, estemos tomando una serie de posiciones, porque por nosotros mismos, hay planificar lo que se quiere hacer y es muy complejo. Hay que conocer el Consejo por fuera y por dentro.

Yo no conozco el Consejo por dentro y tengo que tomar antes información, y la he tomado. Porque a veces se dice "es que tiene mucha experiencia..." "es que determinada persona lleva muchos años y lo conoce perfectamente por dentro". ¿Eso es bueno o es malo? Tiene cosas  buenas y cosas malas. Lo bueno es la experiencia valiosísima, pero también tiene malo el "adocenamiento" que podemos sufrir todos.

Qué sabio fue nuestro cardenal, Fray Carlos Amigo Vallejo cuando dictó aquel decreto diciendo "dos gestiones en el mismo cargo", porque sino, nos "adocenamos" en los cargos. Y eso, lo digo de corazón, cansa mucho y algunas veces hay que cambiar, variar, poner caras nuevas desde el punto de vista que entra y también desde el punto de vista del que está allí. La renovación, el aire fresco, siempre es bueno. ¿La renovación total?, pues hombre, tampoco hay que llegar a ese límite.

La vida va cambiando, ¿qué pasaría en la Hiniesta, si yo, con mis ideas del año 2000 o de 1980 intentara llevar adelante una serie de proyectos o normas que hoy en día no cuadran y que en un momento determinado yo dije que sí?

¿Cómo pintamos siempre a la experiencia? La pintamos dando consejo el maestro al discípulo...Pero no en la gestión. El viejo (en este caso en experiencia) cuenta al joven lo que tiene que hacer, pero quien lo hace es el discípulo, que sustituirá al maestro.

Dicen las malas lenguas que el Consejo se ha dedicado en los últimos años a elegir, pregonero, a elegir cartelista, la imagen del Vía Crucis y a poco más...

El Consejo se ha dedicado a lo que le han dejado... Hay un problema de fondo. Cuando yo he sido tan machacón con el tema de los estatutos, de relaciones exteriores y no me refiero a las eclesiásticas, me refiero a organización.

El Consejo ha ido ganando batallas día por día desde su creación. Todos ellos han avanzado a buen paso, lo que pasa es que entre el teléfono negro de baquetita y el teléfono gris, habían pasado muchos años. Y desde el gris al actual, han pasado muy pocos años.

El consejo necesita avanzar, no revolucionar ni cambiarlo todo. El otro día me decían "he estado hablando con un buen cofrade y le pregunté ¿tu a quién vas a votar? Y me respondió a ninguno de los dos (no sé porque hablaba sólo dos) porque los dos son pro y añadía algo" Y yo decía, pues mira, ya tenemos algo en común.

Algunos esperan que sea usted el Robin Hood de las Cofradías, que repartirá algo más entre los pobres... 

Lo que está claro es que yo no voy a llevar dinero en el bolsillo, yo quiero llevar ideas, instrumentos. Estoy moviéndome ya, sin molestar a nadie ni hiriendo sensibilidades. Pero estoy, proveyendo en mi papel qué pasaría...

Tenemos que igualar por arriba, la igualdad no es dar un trato igual a los desiguales, la igualdad es dar un trato desigual a los desiguales. Eso es la justicia.

Los divisores van creciendo día por día, pero hay que hacer crecer el dividendo y no todos están en las mismas circunstancias. Algunos han pasado de cerrar las puertas del templo a la entrada del último penitente a tener una labor social impresionante, porque pueden y porque quieren, convirtiendo la Hermandad en algo más que la celebración de cultos, también para moverse en la labor social y la caridad, que no siempre es el dinero.

Otras en cambio necesitan una fusión, y no quieren. Necesitan que les dejen hacer cosas, pero no es el Consejo el que se lo impide, somos nosotros mismos.

Realmente si usted llega al Consejo, ¿es un hueso tan duro de roer el tema del Resucitado?

Yo lo que digo es que las hermandades tienen la palabra. Fijate a donde estamos llegando por magnificar las cosas: una persona puede llegar o no a ser presidente del Consejo de Cofradías de Sevilla, en razón de que quiera o no permitir que una cofradía se incorpore en un determinado día y a una determinada hora. ¿A qué absurdo estamos llegando?

¿Quiénes tienen que decir que el Resucitado entre el Sábado Santo ó el Domingo de Resurrección y a una u otra hora? En principio las hermandades del día, pero ¿fumo mientras rezo o rezo mientras fumo?

Cuando uno llama a una puerta, quizás hará mal si piensa "aquí no hay nadie y se marcha", porque puede haber alguien que esté sordo. Hay que llamar y si uno tiene constancia que allí dentro hay alguien, machacarse los nudillos hasta que te abra y cuando abra, hablar y llegar a soluciones, porque no hay ningún corazón de ningún ser humano capaz de ir a la negación que no sea hija del razonamiento.

Y serán las cofradías, no el presidente del Consejo, quien diga el Resucitado va a entrar o no va a entrar. Yo pienso que el presidente y el Consejo tendrá un montón de problemas independientes del Resucitado. Lo que no podemos es magnificar las cosas, convertir en víctima a quién no lo es, hacer que una determinada hermandad se sienta mal, cuando en definitiva salga el domingo o el sábado no tendría que sentirse mal o sentirse despreciada y no podemos hacer convertir a esta hermandad en apestado por haber dado, quizás, unos pasos equivocados en su momento. Eso no podemos hacerlo.

¿Se hizo mal al principio? Yo no lo sé, pero vuelvo a los "adocenamientos", hay que buscar una solución y no podemos convertirlo en Tabú.

Diálogo relacionado: 13/07/2007-Diálogos en la calle. Confirmado en la Paz y carrera al Consejo

Fotos: Francisco Santiago