Nuestra Señora de Valvanera, más patrona que nunca. Isabel Serrato Martín.

En la madrugada ya del domingo, se puso punto y seguido al trabajo que con tanto cariño, realizamos todos los hermanos de Valvanera, para ver sonreír a nuestra querida titular. El sábado 29 de septiembre fue el día principal, y lo digo por los sentimientos del día, de todo un año de esfuerzo, entrega y espera. Hasta las nubes más feas del cielo, aquellas que hasta lloran para provocar lágrimas en la tierra, quisieron hacerse notar y estar con la Santísima Virgen. Su Hijo, el Padre eterno de la Calzada, esta vez si lo quiso. Quiso llevar a su Madre a cada hogar necesitado de la dulzura de su bendita cara. El entusiasmo, las ganas, la ilusión también de una Junta de Gobierno, renovada, más poblada de juventud que nunca, también fue motivo para que esas nubes que prometían agua, se convirtieran en el sol que siempre merece el barrio de la Calzada.

Nuestra Señora de Valvanera, paseó majestuosamente el título de patrona por las calles de la feligresía. Su barrio y su gente la arropaba en cada rincón, que a la vez quedaba perfumado por los nardos más afortunados, encargados de acompañar a la Señora. En el recuerdo de todos, aquellas personas que ya partieron a la morada celeste y que hace quince años lucharon tanto por la realidad de hoy.

¿Quién te lo iba a decir, mi querida Hermana Mayor, Dori? Aunque sea más que un tópico, lo de este año, ha sido el sueño de 1992 hecho realidad.

Mercedes, mi querida Teniente Hermana Mayor, tus lágrimas en la entrada, rodeadas de tus nietos, sólo es motivo de saber que la Virgen está a tu lado y al lado de don José Martín, tu esposo,  luchador incansable, al igual que tu,  de su Hermandad también de Valvanera.

Y es que todo fue tan sublime, que pasó como un suspiro y sin poder sujetar el momento que queríamos hacer interminable. ¡Qué paseo más señorial! Costaleros entregados; presiento que “el tele”, costalero valvanero por excelencia, os ha trasmitido todo el amor y cariño que siente por su Madre. Querido amigo, dile a tu familia que tu tío ha subido “al cielo con ella”. Con el respeto a capataces de Sevilla, como a sus costaleros, hoy tengo que decir que la cuadrilla de corazones, de costaleros de Nuestra Señora de Valvanera, es algo más que una cuadrilla. Me quedo con un momento, un regalo del costal a todos los que nos sentimos enamorados de Ella, una “revirá” celestial, no era un paso, fueron padres meciendo la cuna de sus hijos, la nana que sonaba, Macarena de Cebrián, de nuevo, aunque me reitere, que sueño más real.

No acabaría nunca, puesto que lo vivido el sábado se resume en un conjunto inagotable de sentimientos. Gracias a todas las personas que lo han hecho posible, a mis compañeros de Junta de Gobierno, en especial, al Diputado Mayor de Gobierno, porque trabajó, perfeccionando cada detalle.

He de ponerle fin a mis palabras, reiterándome en agradecer a todos el trabajo para que la procesión del año 2007 no se nos olvide en mucho tiempo. La sensación de ver sonreír a mi Madre, viendo a su pueblo con Ella, no tiene descripción posible. Un año más con su gente y más Patrona que nunca.

Por el niño que lo gritó desde el  corazón, Santi,  soñando con su abuelo ya en el cielo, y por tu niña Juan Carlos, que la Virgen te va ayudar siempre, a ti y a tu recién nacida y por todos:

¡Viva la Virgen de Valvanera!

A Juan Carlos Baez y familia, para que en estos momentos, sean más fuertes que nunca. A todo el equipo de ARTESACRO.

Foto: Francisco Santiago