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El cardenal Amigo clausura las I Jornadas Católicos y Vida Pública en Sevilla


 Arte Sacro. El cardenal arzobispo de Sevilla, mons. Carlos Amigo Vallejo, clausuró el pasado sábado día 10 de noviembre las Jornadas Católicos y Vida Pública, las primeras que se celebran en Sevilla, concretamente en el campus universitario de Bormujos,  organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Mons. Amigo destacó en su alocución final los resultados visibles que se han derivado del trabajo realizado durante décadas por los miembros del centro de Sevilla de la ACdP: “Cómo es posible que tan pocas personas hayan podido hacer tanto”, subrayó, para poner a continuación como ejemplo el campus que próximamente albergará la Universidad Fernando III. Además, pidió a los propagandistas que estas jornadas se conviertan en una actividad “permanente y continuada”, de forma que se pueda “hacer partícipe de cuanto aquí se dice cada vez a más gente”.

Vara: “El Estado ha reclamado la prerrogativa de fijar la verdad, y esto es totalitarismo”

 La programación de la tarde comenzó con la conferencia de Julián Vara, vicerrector de Ordenación Académica de la Universidad CEU Cardenal Herrera, sobre “Cristianos en la educación”. Vara ha criticado “la deriva totalitaria del Estado”, cosa que no podría extrañar a su juicio, “ya que el Estado secular, moderno, el Estado postcristiano, no podía acabar sino donde ha acabado”, señaló. En la misma línea, apuntó que “la gestión del Estado sobre lo público estaba exenta de moralidad, porque el Estado no reconocía subordinación de lo político a instancia alguna –instancia que sólo podía ser religiosa-. De este modo, el Estado era irresponsable y absoluto”. “Curiosamente –añadió Julián Vara- el único campo en el que el poder soberano del Estado permanecía discutido era el educativo: en la educación no era obvio que todo el poder quedara bajo el poder y control del Estado”. En este contexto, destacó la intención que el Estado ha terminado llevando a la práctica, de reclamar para sí la prerrogativa de fijar la verdad. Y esto es totalitarismo”, destacó.

Frente a esta situación apuntó algunas soluciones, que pasan por “ser conscientes de que la primera debilidad es la falta de conciencia de la situación en la que estamos”. Además, “ser conscientes de que la Iglesia es un pueblo, y un pueblo que debe generar sus propios recursos educativos”, sin esperar  a que nos los impongan. “En la educación católica arrastramos inercias –añadió-, y no hay que dar por sentadas las cosas”. Concluyó su ponencia comparando las prácticas reguladoras del Estado en materia educativa con una hipotética actitud similar en el orden de los medios de comunicación: “lo que pasa en el terreno educativo no lo consentiríamos en el ámbito del derecho a la información”. Por eso, “resultan admirables algunas iniciativas de colegios y colectivos de padres que se apartan del sistema educativo predeterminado”, reiteró.

“Riesgo de instaurar una moral de Estado”

 Tras la ponencia de Julián Vara tuvo lugar una mesa redonda sobre el mismo tema con las intervenciones de Rafael Caamaño, presidente de la Confederación de Centros de Enseñanza; Francisco José Pérez Fresquet, secretario técnico de la FERE-CECA y EyG Andalucía; y Amalia Gómez, doctora en Historia y exsecretaria de Estado de Asuntos Sociales; actuando como moderador el escritor y periodista Ángel Pérez Guerra. Caamaño comenzó su intervención denunciando que “el laicismo pretende relegar la Religión al ámbito de lo privado e instaurar una moral de Estado”. En la misma línea, señaló que esta presión laicista va dando “pasos concretos para terminar consiguiendo que la enseñanza de la Religión quede relegada”, y puso como ejemplo de ello la redacción definitiva del artículo 21 del estatuto de autonomía de Andalucía, “que consagra una enseñanza pública laica”. También se ocupó del debate actual en torno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía: “se ha querido llevar el debate a los contenidos, cuando este debate debería estar en la intencionalidad que hay detrás de la asignatura”, afirmó. A su juicio, “hay un intento de formar la conciencia moral de los alumnos”, de forma que “la moral pase a ser el contenido de las leyes que se aprueben en los parlamentos”. En el lado positivo, hizo especial hincapié en la movilización ciudadana que se está detectando por medio de asociaciones cívicas intermedias en el ámbito de la educación.

Amalia Gómez: “la EPC va a terminar siendo lo que a cada profesor se le ocurra”

Posteriormente intervino Amalia Gómez, que se preguntó “qué hemos hecho los creyentes para que la situación de la que tanto nos quejamos haya llegado a ser la que es”. Aludiendo a la cuestión sobre la citada asignatura, pronosticó que “al final la EPC va a terminar siendo lo que a cada profesor se le ocurra”. Más adelante advirtió que la educación no puede convertirse en “una estrategia electoral de los partidos políticos”, además de afirmar que “ningún gobierno ha invertido en educación lo suficiente ni ha hecho de la educación una política de Estado”.

Pérez Fresquet: “los jóvenes carecen de referentes atractivos de católicos”

Pérez Fresquet cerró la mesa redonda con un análisis de los criterios de los jóvenes hacia la Iglesia y en materia educativa. Tras advertir que hoy día ya no educan como debieran la familia, el colegio y la parroquia, apuntó a los medios de comunicación como “los principales agentes evangelizadores, los que marcan los hitos del futuro tan cargados de contravalores”. Volviendo a los jóvenes, advirtió que éstos carecen de “referentes atractivos de católicos”, lo cual hace más complicada la tarea de evangelizar.

Dagnino destaca la misión de la ACdP “al servicio de la Iglesia y de España”

En la sesión de clausura, José María Monzón subrayó que los creyentes “debemos prepararnos para comunicar, para dar a conocer nuestra fe. Tenemos que convertirnos en propagandistas, en transmisores de la fe”, resumió. Por su parte, el presidente nacional de la ACdP, Alfredo Dagnino, se mostró “orgulloso y satisfecho cuando veo un salón de actos como este lleno de laicos comprometidos”. Agradeció al cardenal Amigo el apoyo y cercanía a la asociación y sus obras, al tiempo que tuvo un recuerdo especial para Rafael Leña, anterior secretario del centro de Sevilla, por su dedicación durante tantos años a la ACdP. Concluyó recordando que la asociación ya ha celebrado una treintena de jornadas locales como éstas en otras tantas provincias, a imagen del Congreso que anualmente se celebra en Madrid. Resumió el cometido de la ACdP señalando que la asociación “tiene hoy una misión trascendente  al servicio de la Iglesia y de España”.










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