Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • sábado, 20 de abril de 2024
  • faltan 358 días para el Domingo de Ramos

Kuaresma. Rafael Jiménez Sampedro.


 Si un día Carlos Colón acuñó el término kofrade para calificar a los que podrían igualmente definirse como “aficionados a las cofradías”, podemos ahora referirnos a lo que sería la “Kuaresma”, es decir, la Cuaresma para estos kofrades.

Hace ya muchos años escuché un programa de radio un Miércoles de Ceniza. El presentador-director, un individuo ciertamente curioso ya afortunadamente alejado tanto del mundo de la comunicación, acudió al paupérrimo recurso de abrir los micrófonos a las llamadas de los oyentes, algo que desgraciadamente es cada vez más común en estos medios donde se posibilita al público opinar a base de contestadores automáticos, correos electrónicos, sms, foros de internet, etc.

Tengo la teoría de que el público que ve las cofradías reacciona ante ellas según éstas se comporten. A nadie se le ocurre caminar de espaldas ante pasos que van sobre los pies, sin detenerse en exceso, ni pasar por cuerpos de nazarenos compactos. Cuando hay cortes en los tramos, cuando los nazarenos no van pendientes de andar sino de charlar o ir mirando atrás, la gente se mete por dentro de las filas, y cuando los pasos se van recreando en las esquinas y hacen otros movimientos, se forman bullas delante de ellos.

Igual sucede con los programas de radio, de televisión, periódicos, revistas, o páginas web. El oyente, espectador o lector de cada uno de ellos va siempre en función de lo que oye, ve o lee. Si en un programa o publicación se tratan siempre temas como los que hacía aquel desaparecido programa radiofónico, sus oyentes más fieles serían de la calaña que mostraron aquel día en que el infausto presentador les permitió mostrar sus carencias a través de las ondas.

En efecto, la pregunta que daba pie a las intervenciones era cómo iban a vivir la incipiente Cuaresma los oyentes. Aquellos kofrades que optaron por llamar y entrar en directo venían a decir todos lo mismo: iban a ver todos los vía-crucis y besamanos, ensayos, mudás, retranqueos que pudieran. Ninguno hablaba de asistir a los cultos de su Hermandad. Nadie, por supuesto pensaba en que la Cuaresma es un tiempo de conversión, de preparación espiritual para la gran fiesta del Cristianismo, que es su Resurrección, previa su Pasión y Muerte que supuso la Redención del género humano.

Esta Kuaresma volveremos a ver a los kofrades viendo vía-crucis..., ¿acaso un vía-crucis es para verlo o para rezarlo? ¿si no se saca un Cristo a la calle alguien iría a ver ese vía-crucis? Volveremos a asistir a exposiciones fotográficas de Cristos y Vírgenes supuestamente en besapiés o besamanos. Volveremos a soportar más y más certámenes de bandas con selectos ambigús e incluso tómbolas donde bandas que no tocan en Semana Santa asesinan composiciones. Volveremos a ver aparecer por las hermandades a estos superhombres del costal que no asisten a los cultos de su hermandades pero que se pierden una semifinal de la Champions de su equipo con tal de ir a un ensayo y que no le quiten el sitio en la cuadrilla. Volveremos, en definitiva, a ver cómo para muchos la Cuaresma se convierte en Kuaresma.

rafaeljimenezsampedro@yahoo.es

Foto: Francisco Santiago










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.