Patromonio Cultural. El Consejo de Gobierno declara monumento la Iglesia de Santa Catalina Mártir en Aracena (Huelva)

Arte Sacro. El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de monumento, la Iglesia de Santa Catalina Mártir en Aracena, uno de los pocos edificios de estilo mudéjar andaluz que se conservan en la provincia de Huelva.

La iglesia tiene su origen en una ermita de arrabal junto a la que nacerá posteriormente un beaterio. A principios del siglo XVI, será elegida como templo del primer convento de carmelitas descalzas fundado en la localidad.

Aunque su aspecto actual se debe al resultado de diversas intervenciones a lo largo del tiempo, el edificio conserva la traza de su primitiva construcción, que responde al tipo de las iglesias gótico-mudéjares construidas en el siglo XIV. Además, pertenece a un peculiar subtipo de templos de arcos transversales casi exclusivo de la repoblación castellana de Sierra Morena.

El templo es de planta rectangular, con cabecera plana y tres naves separadas por pilares sobre los que se asientan arcos apuntados y doblados, dispuestos transversalmente al presbiterio.

El edificio está adosado al convento por el muro perimetral de la nave de la Epístola, de forma que sólo se hallan exentas tres de las fachadas, con muros enfoscados y pintados de blanco. Sus modestas dimensiones y la sencillez general de su exterior quedan compensadas por la relevancia de otros elementos, fundamentalmente la portada principal y, en menor medida, el zócalo y los contrafuertes.

La portada principal, en ladrillo visto y pintada de color ocre, se construyó hacia el año 1500 siguiendo las pautas de la arquitectura mudéjar del momento. Su composición se basa en un triple arco apuntado y abocinado, que queda centrado sobre una amplia grada semicircular de catorce escalones.

En la fachada del Evangelio destacan seis llamativos contrafuertes prismáticos cubiertos de teja curva y una portada realizada a finales del siglo XVI según modelos clasicistas, mientras que en la de la cabecera se sitúan tres contrafuertes cilíndricos.

La declaración de la Iglesia de Santa Catalina como bien de interés cultural incluye también tres pinturas de caballete que se conservan en su interior, de autores anónimos y fechadas entre los siglos XVIII y XIX: 'Llanto sobre Cristo muerto', 'Virgen con el Niño' y 'Virgen del Carmen'.

Alrededor del monumento también se ha establecido un entorno de protección que abarca parte del Convento de Santa Catalina y otros espacios públicos y privados de la Plaza de la Marquesa de Aracena y de las calles Santa Rita, Barberos, José Nogales, Julián Romero y Rosario Cañizares.