Provincia. Una mirada a la provincia. La hermandad de Vera Cruz de La Puebla de Cazalla

Eduardo Fdez. López. Tomando como referencia la expansión de las cofradías de la Vera Cruz por la zona oriental del arzobispado de Sevilla, podemos encontrarnos con el origen de esta hermandad allá por los comienzos del siglo XVI.

Desde su fundación, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad de la Puebla de Cazalla estuvo relacionada con el convento de Nuestra Señora de la Candelaria, regido por los franciscanos mínimos.

Durante el siglo XVIII la hermandad decayó notablemente estando a punto de desaparecer, no es hasta el final del mencionado siglo cuando vuelve a tener vida gracias a algunos vecinos de la localidad y al padre corrector fray Juan de Quirós.

Entre los cultos de esta hermandad durante el siglo XIX destacar el Sermón de las ultimas horas de agonía de Nuestro Señor en la Cruz que se celebraba junto a la hermandad de los Siervos de Nuestra Señora de los Dolores, pasando posteriormente a celebrarse alternativamente, cada año una empezando esta de la Vera Cruz.

En 1936 el convento también conocido de San francisco fue pasto de las llamas, por lo que la hermandad casi pierde a sus titulares.

Casi porque aunque en un principio se pensó en adquirir nuevas imágenes la hermandad tomó finalmente la decisión de restaurarlas, una ardua labor llevada a cabo por Enrique Orce.

El Cristo de la Vera Cruz es una imagen anónima de tamaño algo menor al natural de finales del siglo XVI o comienzos del XVII, al igual que la Virgen de la Soledad.

La hermandad realiza su estación de penitencia el Jueves Santo, vistiendo los hermanos nazarenos túnica blanca con botonadura y cordón franciscano verde y antifaz del mismo color.

Además de la estación penitencial a hermandad celebra un quinario a sus titulares en la tercera semana de cuaresma, el triduo a la Soledad la tercera semana de mayo y la función a la exaltación a la cruz en septiembre.

Esto en cuanto a cultos internos, externos celebra también dos Vía Crucis con el crucificado, uno el último día de sus cultos por las calles del pueblo y otro el Sábado de Pasión antes de su traslado al paso.

Fotos: Rafael Núñez Guerrero