Las sillas han subido siete veces por encima del IPC desde 2001. Carlos Navarro Antolín. Diario de Sevilla.

La carrera oficial, un negocio perfecto. Da igual cuánto suban los precios, pues está asegurado el no hay billetes. La prueba es que las tarifas han aumentado hasta en siete ocasiones por encima del Índice de Precios al Consumo (IPC) en la última década y no sólo no quedan huecos libres, sino que se registran solicitudes como para instalar cada año entre 9.000 y 14.000 sillas más. Pocos negocios pueden presumir de tener garantizado el éxito de demanda de forma tan incontestable. Los sucesivos equipos dirigentes del Consejo de Cofradías saben que los abonados hacen lo imposible por no perder sus derechos de titularidad, asegurados incluso para sus descendientes en virtud del reglamento que se aprobó hace pocos años. Esta tesis la tuvieron clara cuando en 2001 se aprobó una subida del 10%, la más elevada en la historia de la institución. La demanda tampoco se resintió entonces. El Consejo justificó la subida porque tenía que repercutir el IVA de la empresa Arcasur -que aquellos años gestionaba la organización de la carrera oficial- en las tarifas de los abonados con la finalidad de no recortar las subvenciones anuales a las cofradías, pues no se olvide que de la recaudación salen las subvenciones para las hermandades que hacen estación de penitencia a la Catedral.

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