Recuerden. Nuevo libro "Casi todo sobre la Hermandad de la Vera Cruz"

Arte Sacro. Este título hace el vigesimoquinto libro de la colección "Enciclopedia de Hermandades de Penitencia de Sevilla, conocida bajo el sobrenombre de "Casi todo".

En este caso, está dedicado a la hermandad de la Vera Cruz, una de las más antiguas de penitencia de Sevilla. En su interior encontramos casi todos los temas que comprende una cofradía: títulos, capilla, antecedentes e historia, patrimonio, hermanos fundadores y de pro, distinciones, etc. 

Asimismo, dedica varios capítulos dando especial importancia a la Santa Vera Cruz y Santo Lignum Crucis, dos elementos sacros de vitales en el seno de la hermandad, que como curiosidad, éste último es besado por los devotos durante su estación de penitencia.

Sobre el autor

El recopilador, Francisco Rincón Hernández, sevillano, nacido en 1923, en la calle Albareda. Estudió en Sevilla (Villasís), Barcelona (Bonanova) y Bilbao (Deusto), hasta lograr las licenciaturas en Derecho y Ciencias Económicas.

A mediados del siglo pasado, contrajo matrimonio con una excepcional donostiarra que le hizo padre de siete hijos y, con el tiempo, abuelo de dieciocho nietos y bisabuelo de tres ángeles, hoy repartidos por la piel de toro.

Su actividad profesional, durante los últimos sesenta años, la ha desarrollado en Bilbao y Madrid, donde permanece desde su jubilación.

No obstante, su vinculación con la ciudad de María Santísima nunca la interrumpió y sigue siendo tan estrecha, que la visita en sus entrañables fiestas e indefectiblemente en las fechas críticas de la Semana Santa que ha presenciado, sin interrupción, desde el primer Lunes Santo (1923).

Ha tenido la suerte de convertir su jubilación, como debe ser, en un verdadero gozo; realizar su sueño: dedicar su tiempo a escribir sobre la Semana Santa de Sevilla con la pretensión de poder ultimar, con la venia de Quien procede, los cincuenta y siete libros que integrarían la enciclopedia de las “Hermandades de penitencia de Sevilla” y conseguir un doble objetivo: por un lado, la ilusión de haber aportado su granito de arena a la historia viva menor de la ciudad, y por el otro, eludir la nostalgia e inconvenientes de su circunstancial exilio de la ciudad de sus amores que, la verdad, por muy dorado que sea, ya va siendo algo largo.