Como solemos decir: Recuerden…

Francisco Santiago. Una imagen en blanco y negro o en alguna de sus variantes, caso de esta en sepia, puede dar lugar al uso de la imaginación para retroceder hasta un reciente pasado.

Medio día en Sevilla, la benemérita recorre las calles casi desiertas del centro histórico siguiendo la estela del nazareno para llegar hasta las puertas del templo.

Es el único indicio que tienen de la tarde que se les avecina: buen tiempo, mucho gentío y la Pasión hecha letras de oro en el triángulo que conforman San Román, San Marcos y Santa Paula.

El único problema fue que el nazareno que les indicaba el camino no les valió en demasía como guía, pues de la Trinidad hasta San Marcos, aunque relativamente cerca, hay diferencia de público, bullicio y músicas y capas. Pero el momento fue único e irrepetible pues la confusión con ese nazareno fue una anécdota simpática más en esta magna Semana Santa 2009. Como diría Paco Robles refiriéndose a nosotros: ¡Recuerden!…

Fotos: Francisco Santiago.