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El libro "La traça de la Iglesia de Sevilla" recoge la investigación "inagotable" del plano más antiguo de la Catedral


 Arte Sacro. El libro 'La traça de la Iglesia de Sevilla', de Begoña Alonso Ruiz y Alfonso Jiménez Martín, recoge la investigación "inagotable" de la copia del plano más antiguo de la Catedral de Sevilla, hallada en el convento de Bidaurreta en Oñate (Guipúzcoa), donde llegó en 1509 de la mano de Juan López de Lazarraga, que estaría en su poder desde diciembre de 1499, cuando por encargo de los Reyes Católicos organizó en la capilla de la Antigua de la Iglesia catedralicia hispalense una reunión las cortes de Castilla.

   En rueda de prensa, el Maestro Mayor de la Catedral, Alfonso Jiménez, señaló el 24 de abril que el descubrimiento "cierra su vida de investigador" y que se trata de un verdadero "milagro" encontrar un plano que "nos aproxima muy directamente" al proyecto de la Iglesia Catedral.

   Este proyecto, que ahora finaliza "provisionalmente" con la publicación de las investigaciones sobre el legajo, se inició en junio del 2008 cuando los dos autores hallaron un plano que se había publicado en un libro sobre la historia de Oñate y que no correspondía con el Convento local de la Santísima Trinidad. Alonso, junto con Jiménez, se percataron, a través de algunos detalles, de que aquel hallazgo hacía referencia a la catedral hispalense.

   Más tarde, aquel plano fue limpiado y tratado y de nuevo, fue analizado por los investigadores en el Archivo General de Guipúzcoa. El legajo reflejó que se trataba de una planta dibujada en un pliego de papel verjurado de 411 por 570 mm, cuya filigrana o marca de agua, que "prueba su autenticidad y descarta que se un hallazgo falso", es una corona de tres florones inscrita en un círculo, documentada en Aviñón (1403), Venecia (1482) y Génova (1479 y 1499).

   La marca se usó en la catedral hispalense en 1434, 1449 y 1500. El dibujo, que se hizo mediante rasguño y tinta sepia, contiene 22 rótulos legibles, dos borrados y 39 medidas acotadas en pies, escritas con número romanos. Está a una escala implícita y aproximada de 1:240.

   Jiménez confesó que los argumentos para la identificación son tres. En primer lugar, la planta que coincide con la de Sevilla, ya que "no hay en el mundo otra catedral de cinco naves, diez tramos y dos puertas en la cabecera recta, además del uso de unas bóvedas con unas características tan especiales y una cabecera tan rara como ésta", dijo.

   Otro elemento es los dos rótulos explícitos que señalan la 'Capilla de la Antigua' y la 'Puerta del Perdón', así como una identificación al reverso del plano que dice "Traça de la Iglesia de Seuilla", todo ello con letra original del último cuarto del siglo XV. Aunque aparecen más identificación, es está la que deja claro su vinculación a la iglesia hispalense.

   Asimismo, destacó que el plano de Bidaurreta es una copia reducida de la traza original de la catedral, la que se supone que dibujó Maestre Ysanbarte en 1433, pues, según apuntó, su contenido informativo, con independencia de su materialidad, "no incluye los cambios métricos y formales que se produjeron al poco de de comenzar la obra, como son los que se refieren a las medidas de los pilares o a la altura definitiva que adoptó la construcción. Del mismo modo, aseguró que la copia y el plano actual superpuestos "coinciden".

   Por otro lado, añadió que el carácter de la copia lo dan la ausencia de escala en medidas castellanas de la época y el papel del soporte, pues lo lógico es que el dibujo primitivo fuese mayor y en pergamino, un material de mayor fuerza y más resistente.

COPIA DE SEGURIDAD

   El Maestro Mayor indicó que el plano se hizo "como copia de seguridad, no para trabajar sobre él, pues se realizó en papel y no pergamino". El original se supone, según Jiménez, se lo llevó Felipe II a Madrid y termino siendo quemado. Su realización tuvo como fin, según apuntó, "dejarla en el archivo".

   La copia, de la que se desconoce su fecha de realización y autoría, según Jiménez, "puede ser atribuible a Juan de Hoces, un maestro mayor que trabajo en la iglesia metropolitana durante el tiempo que se presupone para la realización de la copia, de 1439 a 1498, aproximadamente".

   El deán del Cabildo catedralicio, Francisco Ortiz, presentó la obra como un proceso del "asombro a lo asombroso", explicando que se "ha pasado del asombro del hallazgo a lo asombroso del trabajo realizado posteriormente y la publicación".

   La copia refleja algunos trazos que hacen concluir, según explicó Alfonso Jiménez, que "la Capilla real fue menor que la actual e incluso que la original del trazado del antiguo templo árabe". El paso del tiempo ha ido añadiendo modificaciones hasta la actual fisonomía. Del mismo modo, la Giralda estaba "condenada a muerte" en la planificación original del templo catedralicio, como corrobora su situación actual dentro de una capilla, cuyos nervios arquitectónicos están sin finalizar.

   Por último, informó de que en septiembre de 1509, hace 500 años, Juan López de Lazarraga, contador y albacea de Isabel la Católica y secretario de Fernando el Católico, fundó en la "Granja de Bidaurreta' en Oñate, un convento de clarisas en el que dejó a su muerte (abril de 1518) el plano, que estaría en su poder desde diciembre de 1499, cuando por encargo de los reyes organizó en la C Capilla de la Antigua de la catedral una reunión de las Cortes de Castilla.

   Jiménez descartó de momento que "la copia del plano más antiguo de una catedral gótica se mueva de su lugar de conservación, el Convento de la Santísima Trinidad o el Archivo de Guipúzcoa, y de momento desconoce cuando podrá visitar la ciudad andaluza".

Fuente: Europa Press / Foto: Francisco Santiago 










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