De Virgen de Julio a Virgen de Agosto. José Rodríguez Cano

José Rodríguez Cano. Dice el refranero español que "De la Virgen de Julio a la Virgen de Agosto, la sardina está en sazón".

Es decir, este pez de la familia de los clupeidos, que bien le podían haber puesto otro nombre a su parentesco, durante dicho periodo de tiempo es cuando está en su punto.

Así que los cofrades “jartibles”, entre los que me incluyo, después de asarnos al sol como sardinas a la brasa, dentro de los que no me incluyo, y de estar como sardinas enlatadas por las zonas de turismo veraniego, donde no puedo incluirme, cada excusa es un pretexto para charlar de lo que nos gusta, las cofradías.

Ni que decir tiene que su peor momento lo vive la sardina en el Miércoles de Ceniza cuando se la entierra.

Y de sardina a sardina, tiro porque me mueve la bambalina.

En el tiempo veraniego por excelencia, hay un mes que no se llama Julio ni Agosto. Es el mes que transcurre desde la festividad de Ntra. Sra. del Monte Carmelo, Virgen de Julio, hasta el de la Asunción de María Santísima a los Cielos, Virgen de Agosto.

Pero en esos días también se celebran otras festividades en honor de la Madre de Dios como son la de Ntra. Sra. de los Ángeles y la de Santa María la Blanca o Virgen de las Nieves.

Cuatro advocaciones marianas en jornadas estivales para seguir siempre de la mano de María.

Comienza este mes el 16 de Julio, donde la Virgen del Carmen cuya denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel, nombre que deriva de la palabra “Karmel” o “Al-Karem” y que se podría traducir como jardín, es la Reina indiscutible de Julio.

Algunos fieles que investigaban la vida de los profetas Elías y Eliseo en el Monte Carmelo se convirtieron a la fe Católica al aparecerse una nube en la que iba María, construyendo allí un templo y fundando la congregación de los carmelitas.

El 16 de Julio de 1251, la Virgen del Carmen se aparece a San Simón Stock, superior general de la Orden, entregándole sus hábitos y el escapulario, prometiendo la Virgen que el sábado siguiente a la muerte de la persona que haya vestido el escapulario durante su vida, llevaría su alma desde el Purgatorio al Cielo.

Tras pasar por la conmemoración de Santa María Magdalena, Santiago Apóstol, San Joaquín, Santa Ana, Santa Marta, San Ignacio,… llega la de Nuestra Señora de los Ángeles el día 2 de Agosto.

La Iglesia celebra una gran fiesta de amor, llamada “ La Porciúncula ”. Santa María de los Ángeles es una hermosa basílica construida sobre la Porciúncula , situada a 5 kilómetros de Asís donde comenzó la primera comunidad franciscana y murió San Francisco.

En dicho lugar pidió el Santo mediante la intercesión de la Reina de los Ángeles, la «indulgencia de la Porciúncula », confirmada por el Papa Honorio III el 2 de agosto de 1216. Comenzando la actividad misionera que llevó a San Francisco y sus frailes a países musulmanes y a varias naciones de Europa.

Y después el 5 de Agosto, Nuestra Señora de las Nieves, una antigua advocación que se remonta al siglo IV.

Un anciano y acaudalado matrimonio de la nobleza de Roma que no había tenido hijos y a los que se atribuía gran caridad, solicitaron de la Virgen que les señalase qué hacer con sus bienes para garantizar el mejor uso cristiano de la herencia. La Virgen se les apareció indicándoles que donde Ella señalase le construyesen un templo. En la mañana de un 5 de agosto, amaneció nevado el monte Esquilino de Roma interpretando el matrimonio que era la señal de la Virgen.

También se la denomina Santa María la Blanca por el color de la nieve.

Luego San Cayetano, Santo Domingo de Guzmán, San Lorenzo, Santa Clara….

Hasta llegar al 15 de Agosto, último día del figurado mes que denominaré “Delmedio”.

La que fue Madre de Dios e Inmaculada desde su Concepción no podía sufrir la corrupción del sepulcro al no tener el Pecado Original. Su Santa Dormición fue un deliquio místico cortejada por los coros angélicos en su Tránsito hasta el Padre.

María Asunta a los cielos es la gloriosa Mujer del Apocalipsis triunfadora del Dragón infernal, es la mujer preferida de Dios, a quien le rinde su Magnificat.

El 1 de noviembre del Año Santo y Jubilar de 1950 se proclamó como Dogma de Fe para los católicos.

Después de este día la sardina seguirá su ciclo vital, hasta llevarnos a aquel en que se nos recuerde que volveremos al polvo del que surgió nuestra existencia.

Mientras tanto disfruten, quienes puedan, de los espetos y sardinas asadas en los chiringuitos, bares, o porque no en su propia casa con la piscina de los niños al lado, porque las Glorias vuelven fuerte en Septiembre gracias a Dios, y hay que reponer fuerzas, quien las haya perdido………..

Fotos: Eduardo Fdez. López, José Iván Martín Pascual y Manuel Pinto Montero.