Arte Sacro
  • Noticias de Sevilla en Tiempo de Pascua
  • sábado, 20 de abril de 2024
  • faltan 358 días para el Domingo de Ramos

La despedida de dos de mis Hermanos Mayores. Entrega II. Isabel Serrato Martín.


 “El cariño llama al cariño.”

Últimamente me repito en casi todo lo que digo, pero es una forma de creer más en esta frase que subtitula hoy mi artículo, el cariño llama al cariño.

Te conocí, mi querido Juan, en la capilla donde Cristo aguarda su Buena Muerte. Me imponías un respeto, que aún te guardo y así siempre, respeto que al tiempo se fue convirtiendo en confianza. Hoy, aún cuando nos telefoneamos nos saludamos poniéndole un Don/Doña a nuestros nombres. Y es curioso, a dos de las personas que más aprecio, siempre las saludo con un Don…

Tan sólo al presentarme y decirte que había sido elegida Pregonera Universitaria, pusiste tus manos en mis hombros y nada más y nada menos, me invitaste a la bajada a la Tierra de la Esperanza del mundo, Macarena en Sevilla. Juan, te garantizo, que me tembló el alma. Me dijiste que estarías encantado con verme allí, ¿encantado? ¿Tu, Juan?, hombre por Dios, si me estabas haciendo el mejor regalo de mi vida. Allí estuve, a las mismas puertas del cielo. Conocí con más profundidad a tu Junta de Gobierno, me presentaste a tu amada señora, que por nombre, después de Esperanza Macarena, lleva el más bonito de la Tierra , Pilar, y poco a poco, fuimos forjando esa amistad que hoy nos une y nos lleva a diferenciar, entre bromas, el verde kiosco y el verde Esperanza, que permíteme Juan que te diga que es el mismo, aunque el verde Esperanza es el color del latido de nuestros corazones.

Se acaba tu mandato, Juan. Llegó la hora esperada de recoger el fruto que tanta semilla has sembrado en el suelo Macareno que, créeme, y lo digo yo, no ha sido poca. Llega el momento en el que miraras a nuestra Esperanza y de la mano de Pilar, tu esposa, dirás: “Madre mía, he cumplido con Dios”.

En eso se puede resumir un proyecto cumplido en tus años de mandato. Me da igual lo que digan, me da igual todo, si sé que mi Hermano Mayor se marcha habiendo cumplido, como digo, con Dios. Y habiendo abrazado a todo aquel que compone el mayor tesoro Macareno, has abrazado a todo hermano que por cualquier motivo ha acudido a ti.

Te marchas, y te quedas, porque frente a los ojos de la Esperanza, siempre habrá un Macareno.

Gracias por todo Juan, por tu abrazo, por aquel alfiler, por tanto privilegio, por tanta invitación. Puedo decir que he ido a todo lugar, orgullosa de estar invitada siempre por mi hermano mayor. Pero sobre todo, Juan Ruiz Cárdenas, gracias por tu cariño, por tu consejo, por cada palabra de aliento, por cada rincón verde que me has enseñado, gracias por ser antes que Hermano Mayor, hermano y amigo en Cristo.

Dios te premió con una esposa excelente a la que admiro y la Madre de Dios con un tesoro eterno, ser Hermano Mayor cuando Ella se llama Esperanza Macarena.

Un abrazo en Cristo.

Lógicamente,  a Juan Ruiz Cárdenas y a su mujer, Pilar.

Foto: Francisco Santiago.










Utilizamos cookies para realizar medición de la navegación de los usuarios. Si continuas navegando, consideramos que aceptas su uso.