Sobresaliente para la primera extraordinaria del 450 aniversario de Monte-Sión

Francisco Santiago. Todo se había conjugado de forma perfecta, tanto así que el sábado 14 de noviembre podemos hablar de una tarde-noche de Semana Santa en Sevilla.

Las bandas preparaban y afinaban sus instrumentos y ya se agolpaba gente en las inmediaciones, convirtiéndose la zona entre San Juan de la Palma y la Alameda de Hércules en un hervidero de gente que ya parecía oler a incienso.

Pocos minutos antes de las 18:00 horas, ya estaban las puertas abiertas con la Cruz de Guía indicando que ya no faltaba nada. Y allí estaban todos, los rancios, los modernos, los que no creen en las extraordinarias, los que todo lo ven extraordinario y un largo etcétera hasta colmar las calles de público.

También contribuyó la magnífica temperatura del día, que convirtió este otoño en albores de primavera para recibir al Cristo de la Salud por primera vez en paso procesional por las calles de Sevilla.

Una muchedumbre de fieles seguidores teléfono en mano, hacían de prólogo a la llegada de la Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas, que abría el Cortejo y, tras ellos, policias nacionales de gala a caballo.

La Cruz de Guía, El Banderín de la Bolsa de Caridad en su Cincuenta Aniversario, hermanos con cirio y el Guión de San Juan de Letrán, seguido por representaciones de Palmete, Dulce Nombre de Bellavista, San Bernardo, Carretería, representación del Cuerpo de la Policía nacional y el estandarte corporativo.

Unánime, casi sin excepciones, los comentarios sobre el acierto de mostrar al Crucificado en la calle,  no habiendo comentarios en contra, sólo algunas versiones sobre si el paso era muy largo o que era el ideal; todo un triunfo para Monte-Sión pensando en la fama que tenemos los sevillanos de criticar o sacar punta a todo. Y sobre las 00:30 horas del domingo, se puso punto y final a la primera extraordinaria de este 450 aniversario en Monte-Sión.

Fotos: Francisco Santiago