La saeta y su aflamencamiento. Rosa Díaz.
La riqueza de la música andaluza alcanza posiblemente su máxima expresión en el flamenco; y debido a su diversidad hace que se manifieste de diferente forma en distintos lugares y épocas. En la primavera, la Semana Santa constituye una manifestación esencialmente católica donde la música flamenca se transmite a través de la saeta. Sólo se canta, tradicionalmente, en esos días y como estilo ha sido interpretado tanto por cantaores como por intérpretes no estrictamente flamencos, y en algunos casos ajenos a cuestiones religiosas. Sevilla, Marchena, Arahal, Cádiz, Lebrija, Córdoba, Jerez de la Frontera, Málaga, Martos…curiosamente, el flamenco es casi todo saeta. Desde un punto de vista flamenco, la saeta es cante con copla de cuatro o cinco versos octosílabos, que tiene su origen en el aflamencamiento, a comienzos del siglo XX, del cántico popular del mismo nombre y que, fundamentalmente, se canta por seguiriyas, martinetes, soleá o carcelera. Posiblemente, el origen de la saeta está en las Coplillas que cantaban o recitaban en los siglos XVI y XVII los Padres Franciscanos.
Para conocer todo el artículo, pulsar aquí.