El pregón del erótico enmascarado. Diario de Sevilla.
A priori, el temario no se sale de la ortodoxia de dos profesores de Secundaria, el antiguo Bachiller de las colegialas cuya sensualidad describe Alfonso Grosso en Florido Mayo. Hay textos de Baltasar del Alcázar, Gutierre de Cetina, Fernando de Herrera, Gustavo Adolfo Bécquer, Alberto Lista, Armando Palacio Valdés, los Álvarez Quintero, Richard Ford. Hasta de Almutamid. Aparecen escenarios clásicos de la ciudad: el parque de María Luisa, la torre de don Fadrique, el Vacie, el Archivo de Indias. Y exponentes de la modernidad: el carril bici, los autobuses de Tussam, hasta eso que los cursis (así los llama Rosa García Perea, editora de Jirones de Azul) denominan La Piel Sensible.
Sevilla destila erotismo por los cuatro costados, tanto que no le cabe en sus cuatro estaciones y los autores del libro se inventan una quinta que denominan El carámbano tieso. Dos centenares de relatos de muy distinto porte: autores clásicos (fiambres con bibliografía) y vivitos y coleando, algunos de los cuales se personaron en la presentación del libro en la Fundación Cruzcampo: el poeta Juan Lamillar, el profesor de Derecho y ex director del festival de cine Manuel Grosso, el autor de estas líneas. Están Iwasaki, Robles, Óscar Gómez, García-Haldón. Rosa García Perea pensó en Agatha Lys y Bárbara Rey, iconos eróticos de los setenta, para presentar este libro. Ambas delegaron en Julio Cuesta, presidente de la Fundación Cruzcampo, que escuchó atónito y entusiasmado el relato titulado Rubia dedicado a la cerveza.
Somos mendigos del otro, dijo Jesús Cotta. ¿Quién de ustedes se ha leído el Kamasutra?, preguntó Manuel Jesús Roldán. Estos herederos del diablo cojuelo, que ven sin ser vistos la ciudad que se quiere, se roza, se gusta y se desea, han conseguido el libro con más dedicatorias de la historia: a los gladiadores que se dejaron su sangre en los anfitreatros de Itálica, a las pelirrojas, a los blogueros de Sevilla, a las monjas de Santa Clara, a la Guardia Civil. "La erótica del poder yo no la conozco", diría después Pilar González, candidata del PA a la alcaldía de Sevilla y única de los aspirantes que acudió a la presentación del libro.
Para evitar suspicacias, acudieron las esposas de los tres coautores. El fotógrafo, a quien se deben joyas temáticas como las imágenes de la calle Pajería o las tetitas de Anís del escaparate de la pastelería Los Angeles, estaba recién llegado de su luna de miel. Un libro estimulante para vencer el tedio o alcanzarlo, con un homenaje a Bataille en el Hospital de la Caridad (Eva Díaz Pérez) o un relato titulado Un rancio en el carrusel en el que aparecen Dani Alves, Pepito Piscinas y el cantante de Boney M.