Salud y Gracia. Moises Viretti

Llegan días frios a nuestra tierra mariana y nuestras Hermandades y Cofradías preparan sus cultos internos; algunas de ellas terminan con su solemne procesión, pero otras, ya hacen su cuenta atrás para el día grande. Me adentro en el templo de la barriada de Padre Pío, y en la parte derecha de este se alza capilla de fe con Dios hecho carne cargando con la cruz de nuestros pecados, y junto a el, su madre; abogada nuestra ante su intersección.

Me adentro en sus advocaciones y en verdad os digo, que mi fe proclama el alma del Espíritu Santo, y en el, la Clemencia del todopoderoso ante insensatos que sentimos ser por no saber el verdadero significado del verbo. Fuertes o débiles tendremos que rezar el rosario para pedirle ese ingrediente fundamental de nuestras vidas terrenales... la Salud ; nuestra madre también se alza en pena por unos hijos pecadores al ver que sin mover dedo Jesús de Nazaret sigue cargando con la cruz..con clemencia; sin embargo, ella divina y radiante como el azahar de la tarde sevillana nos da su Gracia de salvación.

Así esta escrito, ''¿que hijo no escucha a su madre?''.., sigamos cantando la salve para que ella interceda por la humanidad ante principios del bien y de la vida: Clemencia al pecador, Salud para los enfermos, Divinidad para los Santos y Gracia de ser hijos de Dios.

''A mi amigo Antonio Castillo''

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Foto: Israel Viretti