Candelaria, Madre de Dios. Moises Viretti

Llega el 2 de Febrero, y el barrio se viste de gala para verte bajar de los cielos, y decirte Madre buena, Madre Mía…Madre de nuestro Dios hecho carne en tu regazo. Luz de luces en la oscuridad, y Gloria viva para aquellos que buscan la paz en sus corazones; manto de bendición azul cielo como el divino despertar de cada mañana que tus comerciantes te regalaron, para demostrar al alba del amanecer, que la Virgen que los vio nacer es pilar en altar en sus oraciones.

Aureola de Santa, de buena, de pura inmaculada celestial y rosario perpetuo, para que siempre recordemos que debemos de rezar, sin que en tu altar falten las luces candelarias en candelabros de guardabrisas, candeleros o faroles; y junto a ti el mejor perfume del cariño de todo un barrio que te ama regalándote flores. Incienso de culto inunda el templo para que Simeón vuelva a manifestarse, y que este descanse en paz tras ver al hijo de Dios como Mesías y ser el cordero que tras la muerte da la vida, y su promesa fue bendecida para que sus propios ojos lo demuestren.

Como luz del mundo en la inocencia del pecado y la humildad, aquellos recién nacidos al cristianismo se presentan ante ti, para proclamarte y decirte, ‘’ O Dulce Candelaria Mía, ven siempre en mi compañía, mi Virgen María’’…

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Foto: Israel Viretti