Provincia. Una mirada a la provincia. La Hermandad Servita de Ntra. Sra. de los Dolores de Herrera

Eduardo Fdez. López. La Hermandad Servita de Ntra. Sra. de los Dolores, como se denomina en la actualidad, como se denomina en la actualidad y con la que empezamos esta nueva etapa de Una mirada a la provincia tiene sus orígenes en el segundo tercio del siglo XVIII.

Su verdadero titulo es el de Hermandad Sacramental y Cofradía Servita de Ntra. Sra. de los Dolores y Santiago Apóstol, al fusionarse con la Hermandad Sacramental de la parroquia de Santiago

En las ultimas reglas aprobadas la Hdad. quiso que apareciera el titulo Servita, al pertenecer la corporación a la Orden de los Siervos de María desde 1956.

Su única titular, la Virgen de los Dolores, es una talla anónima de finales del siglo XVII o principios de XVIII, atribuida por varios restauradores a la escuela granadina.

Posee la imagen dos juegos de manos, uno de ellos realizado por Francisco Berlanga de Avila, quien también restauró a la imagen a principios de los noventa afirmando en su estudio que la talla posee una magnífica base de madera de cedro, formada por tres tablones unidos, en los que el autor ha tallado de forma directa, formando toda la obra una pieza, a excepción de la mascarilla, que es otra pieza diferente también de madera de cedro. Se trata de una talla muy valiente, realizada por un artista con una técnica depurada y con un gran dominio de la estética y del resultado final de la obra. Sin duda un artista que talla directamente sobre la base toda la trama de dolor del cuello arriesgando toda la obra.

La talla del Señor del Sepulcro que en su día fue titular de la corporación se perdió a finales del siglo XIX, posiblemente era una talla completa de Cristo Yacente, con los brazos articulados para poder representar con él el Descendimiento, practica muy común en las hermandades de la época.

Tiene la Virgen de los Dolores una bonita historia y de la que se han cumplido este año 75 años y por lo que la Virgen realizó una salida extraordinaria en su paso de palio, y es que la imagen se salvó de las llamas que prendieron la Parroquia de Santiago el Mayor en febrero de 1936.

La Virgen fue ocultada en un domicilio particular para luego marchar hasta Utrera junto a la Virgen de Consolación, más tarde se trasladó a Estepa desde donde llegó a la localidad de Herrera a hombros de sus devotos.

En dicha procesión extraordinaria y en un momento de ella la Virgen volvió sus pasos y reviró en la Plaza de España a la casa número 20, este fue el lugar donde la Virgen fue ocultada antes de ser trasladada a Utrera, aún viven en este domicilio los familiares de aquel hombre que hace ahora 75 años la salvó, bonita historia ¿verdad?, pocas hermandades pudieron salvar a sus imágenes en aquellos terribles acontecimientos de la Guerra Civil.

Procesiona el Viernes y Sábado Santo bajo palio bordado por las hermanas de la Hermandad, con respiraderos de los años cincuenta y candelería de Manuel de los Ríos.

Viste la Santísima Virgen manto bordado en Écija y porta una bella y original diadema enmarcando su rostro.