Sevilla dijo adiós a Pepe Peregil

Francisco Santiago. Pasaban poco segundos de las cinco menos cuarto de la tarde, y el féretro de Pepe Peregil ya era portado a hombros desde la Plaza Ponce de León, donde se habían dado cita dos coches funerarios, uno que transportaba su cuerpo y otro con las muchas coronas de condolencias recibidas.

Precisamente, junto a la Iglesia de Santa Catalina y "El Rinconcillo", el féretro fue recibido por la comitiva religiosa, donde se mezclaban el rezo y el llanto, comenzando posteriormente el traslado hasta los Terceros, iglesia que ya se encontraba llena para recibir a la "Gracia de Sevilla" que hizo cante su taberna del Quitapesares.

Hasta tres puntos se tuvieron que habilitar en el templo para poder dar la comunión a los muchos y muchos parroquianos, artistas, futbolistas, hermanos mayores, miembros y ex miembros del Consejo, toreros, futbolistas, artistas, cantantes cantaores, saeteros... y una lista interminable de personas y personalidades que quisieron dar el último adiós a este personaje "predilecto", con o sin medalla, ¡¡¡qué más da!!!, Pepe era la medalla de la sonrisa, de la colaboración y del aquí estoy para lo que haga falta.

Emotivo el momento de la misa en el cual en vez del rezo general del Padre Nuestro, fueron las voces de Los Cantores de Híspalis los que pusieron la música celestial como homenaje al maestro saetero.

Igualmente, impresionante el altar de besapiés al Señor de la Humildad y Paciencia, en esta ocasión custodiado a los laterales por sendos cuadro con los Titulares de La Exaltación, dos de las muchas hermandades que han vivido el día a día junto a Pepe y su Familia.

También, el órgano del Templo dedicado a la Virgen de Consolación, desgranaba pasajes fúnebres entremezclados con marchas con "Virgen del Valle" o "Jesús con la Cruz al Hombro", pero fue "Esperanza Macarena" del maestro Pedro Morales la que dijo adiós al cuerpo, porque su Alma ya se ha quedado prendada en cada uno de nosotros.

Cuando nos marchábamos del lugar para seguir cubriendo actos, aún quedaban cientos de personas haciendo cola para dar el pésame a la familia. Descansa en paz, amigo Pepe y deléitate esta Cuaresma desde el mismísimo cielo, ese lugar sagrado al que tanta y tantas veces has cantado.