Un mujer ataviada de hebrea se trasladó a Santa Ana

Arte Sacro. No es habitual ver a una imagen mariana sin corona, diadema o aureola. Ayer se celebró el traslado de Nuestra Señora de la Esperanza en el barrio de Triana.

Y si, la Santísima Virgen no llevaba la tradicional aureola de estrellas que se le suele poner cuando se viste de hebrea. Iba sin ella. Era una mujer de aquel pueblo hebreo que salió al encuentro de nuestro Señor en sus momentos de la pasión.

El solemne traslado se produjo a las 21:00 horas con un número elevado de personas que se congregraron para tal evento.

Como anécdota, cabe destacar la saeta que a la salida se le cantó a la titular no estando aún en el tiempo más adecuado para que se procediera.

A partir del este domingo, tendrá lugar el Septenario en honor a Nuestra Señora de la Esperanza, predicado por Francisco de los Reyes Rodriguez López.

 

Fotos: Joaquín Corchero