Lamentos en Santa Catalina

Francisco Santiago. La ruina de nuestros templos históricos es directamente proporcional a la caída en picado de nuestra ciudad como punto de referencia barroco en Sevilla.

En la actualidad, varios templos de los que presume Híspalis, están cerrados a cal y canto o deteriorados con distinta suerte, caso de la Iglesia Parroquial de Santa Catalina.

El lavado de cara con el arreglo de la cubierta, no ha sido más que un espejismo, pues ahora los xilófagos y el abandono se han adueñado de un templo que, además, se hunde poco a poco tanto en el olvido religioso-municipal como por el deterioro.

En este templo se encuentra una de las joyas del barroco, como es la Capilla Sacramental, propiedad de la Hermandad de La Exaltación. La misma, obra de Leonardo de Figueroa y con trabajos de Duque Cornejo, está en la actualidad tapiada y sometida a un cruel olvido que, sin lugar a dudas, pasará factura en el futuro próximo.

¿Qué ha sido de la Inmaculada que la presidía, obra de Hita del Castillo de mediados del siglo XVIII? ¿La volveremos a ver o quedará relegada a loas obras perdidas por esa poca memoria histórica que parece tener la ciudad desde hace ya algunas décadas?

Enigmas sin resolver que van difuminando nuestra historia, no sólo ya religiosa, sino patrimonial que sin remedio vamos perdiendo a cada día que pasa... En nosotros está la solución y cuando digo "nosotros" me refiero a Ayuntamiento, Palacio Arzobispal y sevillanos en general.

Fotos: Francisco Santiago