Casa Rodríguez: El broche de la ciudad. María Sánchez Peña.

Todo pasa, todo cambia en la ciudad más hermosa..., sin embargo conserva algunos resquicios de aquel tiempo añejo que guarda una parte de la esencia sevillana. ¡Cien años,... quién lo diría! Desde que Eduardo abriera aquella hermosa tienda con ilusión, y posteriormente Ascensión, que con tanto mimo y cariño sirvió a Sevilla y a María, pastora de nuestras almas a la que tanto amó.

La noche toma un rumbo desconocido al oír esas saetillas que dejan a los sentidos sin aliento, mientras El abraza su cruz dejando paso al Amor que con sus brazos abiertos al mundo nos regaló.

Cayó tres veces, mas con su mano firmemente agarrada a la roca de nuestros pecados nos invita a que nos levantemos y tomemos su cruz para caminar juntos.

El tiempo pasa inexorablemente, pero las pequeñas cosas, los detalles, toda la labor que desempeñan estos grandes artesanos siempre quedará plasmado en la memoria, y hoy su familia continúa con esa ilusión y dando a la Semana que todos anhelamos un broche de oro sin igual. Felicidades.