XXV años de Dolores en Torreblanca

Francisco Santiago. Por fin pudo ser y la Hermandad de los Dolores del barrio de Torreblanca pudo realizar un acto extraordinario, en esta ocasión con motivo del XXV aniversario de la bendición de su Titular Dolorosa.

Tras las sendas conferencias y mesa redonda que ofreció la Hermandad como actos previos, el domingo 20 de octubre la Virgen de los Dolores partía de San Francisco de Padua en Rosario de la Aurora para visitar la parroquia del Inmaculado Corazón de María.

Allí, una misa conjunta unió (aún más si cabe) esos lazos fraternales entre las dos corporaciones, contando con el apoyo de las hermandades de Vísperas y su Delegado y concelebrada por los padres Jesuitas de la comunidad religiosa del barrio.

Tras la misa, la Virgen regresaba a su parroquia rodeada por todo el barrio y multitud de cofrades que no quisieron perderse este acto, con los sones de la Coral del Dulce Nombre de Alcalá de Guadaira.

La Virgen lucía aquella primitiva y espectacular saya que se realizó con un traje donado por Manili, además de llevar los múltiples regalos por la efemérides, caso del rosario donado por las Hermandades de Vísperas, la Cruz pectoral del Grupo Joven y la Rosa de Pasión donada por un grupo de Hermanos.

Y como siempre... “su gente”, esos hermanos que van desde la recién hecha primera comunión hasta los que ya sobrepasan las 8 décadas, todos dentro del cortejo o arropando a su devoción por las calles engalanadas para la ocasión.

Estos detalles son los que hacen grandes a las hermandades, por muy lejos que estén de la Catedral de Sevilla.

Fotos: Francisco Santiago