Restauracion del Cristo portante de la Hermandad de los Negritos

Arte Sacro. Continuando con la conservación y puesta en valor del patrimonio de la Hermandad de los Negritos, su junta de gobierno ha acometido la restauración de un Cristo Portante que ha sido datado, por su restauradora, Rocío Sáez Millán, en el siglo XVI. A continuación se resume el informe realizado. 

Cristo portante, Hermandad de los Negritos.

Datos descriptivos: Imagen de unos 36 cm de alto, es un cristo expirante realizado en madera, sobre cruz de madera y clavos de hierro con cabeza de aleación de estaño, puesto que se puede cortar con hoja de bisturí. La cruz es muy posterior, sin función estética. El Cristo conserva casi toda la policromía, y no tiene repintes, aunque sí faltantes sobre todo en lo referente a la sangre; los regueros finos se han perdido en su mayoría.

Estilo: Lo que más llama la atención del estilo del Cristo son los rasgos arcaizantes que posee. Situándolo en finales del gótico transición al manierismo, por la controversia de la advocación y las formas del paño de pureza en contrapunto con las formas resueltas del pelo, orejas, costillas, ojos y boca. En un examen comparativo de luminiscencia de radiación ultravioleta con imágenes del siglo XVII, se aprecia mayor brillantez en el blanco de plomo de la policromía del cristo que de la otra figura, rasgo que marca que es de mayor antigüedad, de ahí que se pueda cifrar en un siglo antes aproximadamente, pero no se pueda precisar la edad exactamente a falta de pruebas más concretas. Recuerda a los Cristos góticos de marfil.

Estado previo a la restauración: La capa superficial de suciedad y barniz enrarecido ennegrecían por completo la figura. El estado de abandono del Cristo era muy evidente, los brazos estaban rotos, uno completamente separado del cuerpo y colgando del clavo, y el otro pendía de una espiga que le faltaba muy poco para romperse y estar en la misma circunstancia que el anterior.

El pie que se adelanta al espectador estaba roto y tenía perdida una pieza completa, dejándole tan solo parte del empeine de los dedos que corresponden al meñique y al anular de la mano. Las manos están sin dedos con roturas desiguales, tan solo conservan las palmas y sus dorsos.

El estado de la policromía era de una sequedad bastante fuerte, llegando a peligrar en algunas zonas su adhesión a los demás estratos. El craquelado es muy fuerte y marcado, y tiene varios faltantes hasta la preparación. Aun así no se observa faltas tan profundas que llegaran hasta la madera.

Tratamiento:

Fijación de los estratos con humedad, presión y calor, con aplicación de colas naturales de conejo

Estucado de los faltantes de policromía y preparación.

Tallado del pie en madera de cedrela.

Tallado de los dedos de la mano en pasta de madera. (Dado su reducido tamaño)

Reintegración de los estratos pictóricos en los soportes nuevos.

Reintegración cromática al temple en los faltantes de la película pictórica.

Barnizado de protección, y reintegración cromática al pigmento-barniz.

Tallado de la cruz

Policromía y dorado de la cruz.

Tallado del INRI y policromía del mismo.

Cambio de los clavos por unos nuevos, copiando a los anteriores que eran manufacturados.