Formas y maneras. Vicente Bernal Henares

Arte Sacro. A continuación les ofrecemos el artículo publicado en el Boletín de las Cofradías nº 553, de marzo de 2005, sección Tribuna, escrito por Vicente Bernal Henares y que continúa siendo de extrema actualidad.  

Formas y Maneras. 

Mucho se está hablando en estos tiempos que nos ha tocado vivir, del esplendor de nuestra simpar Semana Mayor. Como de todo ha de haber en la viña del Señor, unos son de la opinión de que, tras el auge vivido en la década anterior, parece que este “fenómeno” últimamente se ha estancado, incluso los mas pesimistas van a más en sus afirmaciones y vaticinan un retroceso en años venideros. Por otro lado los mas optimistas opinan lo contrario, negando rotundamente estas afirmaciones. Afortunadamente la opinión es libre y el debate esta servido.

En mi humilde opinión no creo que esté tan mal, cuando algunos de los muchos personajes que merodean alrededor de nuestras hermandades siguen pegándose empujones y codazos con el fin de encontrar notoriedad y protagonismo dentro de las mismas.

Solo basta ver los ejemplos de elecciones, cabildos generales, dimisiones, nombramientos de juntas gestoras, etc..., ocurridos no mucho tiempo atrás. Por supuesto, este protagonismo al que hacemos referencia estalla con el nombramiento como miembro de una junta de gobierno, pareciendo que con esto ya está la gloria conseguida.

Sin embargo, y, al igual que lo expresado en mi introducción, también existen personas que, afortunadamente la mayoría, dedican a su cargo todo el tiempo disponible, trabajando al servicio de la hermandad, sin defraudar a los hermanos que confiaron en él, incluso restándole ese tiempo a su familia. Personas que, generalmente, no buscan ese protagonismo y que, con su labor callada y desinteresada, ponen su granito de arena para el mayor esplendor de la hermandad y de las cofradías de Sevilla en general.

Pero, desgraciadamente, también existen esos personajes que, una vez conseguido su objetivo, llámese cargo, sacan a la luz su verdadera personalidad, sirviéndose del mismo para acrecentar su ego personal y, generalmente, figurar no importando, incluso, dejar por el camino amistades de varios años.

Normalmente suelen encerrarse en su circulo privado, poseedores de la verdad incontestable, ejercitando el ordeno y mando con el típico “¡Esto es lo que hay!”, y haciendo del descrédito a sus antecesores su mejor arma. Por cierto, suelen ser conocidos también  por ver fantasmas y enemigos donde no los hay, sobre todo con los que no comparten su forma de actuar.

Finalmente, y a pesar de todo, que grande debe de ser el amor que profesamos a unos Sagrados Titulares en sus correspondientes advocaciones, a nuestras hermandades y a nuestra Iglesia para que, con todas estas actitudes, por lo menos en esta bendita ciudad, éstas no solo siguen existiendo, sino que cada día son mas grandes.